Patronales y sindicatos alcanzaron en la madrugada de ayer un principio de acuerdo para el convenio colectivo del transporte por carretera que, junto a subidas salariales y otros cambios, abre paso a que las empresas de camiones, autobuses y autocares puedan realizar controles de alcohol y drogas a sus conductores. El preacuerdo afecta a cerca de 6.000 personas y se ha producido de forma rápida y sin apenas tensiones, algo inhabitual en el sector.

Si la asamblea de trabajadores (el martes, a las 23,30 horas, en la sede de UGT en Oviedo) apoya el texto negociado por los sindicatos con las patronales (CAR, Asvipymet y Astra), los salarios del sector no subirán este año, aunque lo harán el 1% en 2016, el 1,5% en 2017 y el 2% en 2018. "Es una subida acumulada del 4,5% y que se ha conseguido sin conflictividad, cuando para el período 2012-2014 se logró mucho menos con siete días de huelga", remarcó ayer Manuel García, representante de CC OO en la negociación.

Entre las concesiones que hacen los representantes de los trabajadores está la inclusión en el convenio de "un plan de control de alcohol y drogas propuesto por la parte empresarial". Un nuevo artículo cuya redacción aún no está cerrada facultará a las empresas someter a los conductores a controles con la periodicidad y en las condiciones que se concierten. En negociaciones anteriores, los sindicatos habían sido reacios a aceptar una medida así. Convenios de otras regiones ya contemplan las pruebas en determinadas situaciones. Por ejemplo, si se da el caso de que un trabajador presenta síntomas visibles de haber consumido alcohol o drogas. Algunos de esos convenios especifican que el resultado de las pruebas no será utilizado a efectos disciplinarios.

Fuentes sindicales matizaron que las circunstancias y frecuencia de los controles que se podrán realizar en Asturias están por precisar. En anteriores negociaciones, las empresas llegaron a plantear que se hicieran pruebas al menos una vez al año.

El preacuerdo laboral blinda, por otra parte, la ultraactividad del convenio, de modo que se garantiza que las condiciones de trabajo no decaerán en caso de desacuerdo en negociaciones futuras. UGT y CC OO daban la "máxima importancia" a este punto, destacaron las fuentes consultadas. El pacto incluye también algunos cambios en los permisos retribuidos (se mantienen en diez, aunque será necesario avisar con un mínimo antelación para disfrutar cinco) y en las dietas de los trabajadores de autobuses urbanos (se transforman en un plus).

Las patronales del transporte de mercancías Asetra y Cesintra se han situado al margen de las negociaciones. No obstante, el criterio de UGT y CC OO, refrendado por los jueces laborales otras veces, es que el convenio será de aplicación general a todo el sector.