En los países en los que se ha consolidado el Estado del bienestar los emprendedores pueden germinar y desarrollarse mejor porque operan en entornos con "mayor calidad de los servicios públicos y cohesión social" y caracterizados por ser "sociedades más estables y habitables", sostuvo Javier Fernández, presidente del Gobierno asturiano, durante la presentación del libro no venal "Cómo convertir con éxito tu sueño en una empresa", y que, en edición de Fernando Jáuregui y Lourdes Carmona, recopila "1001 consejos" de docentes, empresarios, emprendedores y diversos profesionales "para triunfar como emprendedor".

Fernández afirmó que "en Asturias hay buena cantera de emprendedores" y que "renunciar al talento, la valentía y el trabajo de los emprendedores sería un suicidio político que no vamos", dijo, "a cometer".

Que "España no haya sido tradicionalmente un país abonado a la iniciativa empresarial", según Fernández, fue atribuido por Jáuregui a una larga tradición que se remonta a centurias atrás. A este sustrato social y cultural se sumó, según el presidente asturiano, los 40 años de dictadura franquista, que fueron también determinantes, dijo, porque el régimen autoritario disuadió la iniciativa y "la rebeldía emprendedora": "Conspiraba contra cualquier aventura e iniciativa porque quería sumisos y alineados".

El presidente del Principado reclamó por ello reconocimiento para los logros de la Transición y de la democracia frente a las revisiones críticas que cuestionan el sistema político nacido en 1977, del que destacó sobre todo su capacidad para abrir paso en España a los valores del "diálogo y el consenso".

Fernández también reivindicó el "respaldo a los emprendedores" tanto de los acuerdos de concertación suscritos por el Gobierno de Asturias con la patronal y los sindicatos como del Tercer Programa Integral para el Fomento de la Cultura Emprendedora aprobado en la región.

Jáuregui, periodista y presidente del Grupo Diariocrítico, defendió "el fracaso como antesala del éxito", así como una revisión del concepto "emprender", que no sólo debe tomarse como sinónimo de "crear empresas", indicó, sino de "innovar, no resignarse a seguir la rutina e intentar llevar a cabo los sueños de cada uno".

Que algunas encuestas arrojen que el 70% de los jóvenes españoles aspiran a ser funcionarios es un estado de cosas anómalo, a juicio de Jáuregui, que precisa ser cambiado. "Tiene que haber funcionarios, pero no sólo funcionarios", sostuvo. Reclamó por ello una "revolución emprendedora", y pidió a tal fin una Universidad menos "adocenada" entre el alumnado.

El rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, defendió que "la Universidad es cuna de emprendedores y generadora de ideas", uno de cuyos retos es "saber aprovecharlas" porque "la formación no es suficiente".

Patricia Oreña, presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), destacó el "coraje" como condición necesaria y común de los emprendedores y se quejó de que los autónomos tienen "un socio no elegido, que es la Administración pública, que comparte beneficios", en referencia a los impuestos, pero "que no siempre ayuda y que a veces no deja avanzar".

Nicanor Fernández, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, lamentó que Asturias no haya logrado situarse aún en "posiciones intermedias" en el "ránking" nacional de quienes "confían en sus propias fuerzas". De aquí, sostuvo, que "pocas cosas sean tan necesarias como la capacidad de emprender".

El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, argumentó que "los emprendedores son un capital humano de valor incalculable para la sociedad por su compromiso para asumir riesgos" y por su valentía, y defendió que "ni hay dos casos iguales ni recetas mágicas". "No basta con alumbrar las ideas. Hay que sostenerlas", precisó.

Josep Alfonso, director de la Fundación AXA, patrocinadora de la edición del libro, elogió las aportaciones de la obra, al igual que Ángeles Rivero, directora de LA NUEVA ESPAÑA, quien reclamó para los emprendedores "incentivos y no obstáculos".