Armando Solís es el decano del Colegio de Veterinarios de Asturias, que agrupa a 900 asociados. El colegio demanda que las clínicas veterinarias estén reguladas por la Administración. "Lo pedimos para dar un servicio estandarizado con control sanitario, pero dicen que no tienen dinero para la inspección y ello a pesar de que están reguladas hasta las ópticas", señaló Solís, que añadió que "a los políticos no les gustan las asociaciones que no controlan, como es el caso de los colegios profesionales".