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La industria vasca tendrá una rebaja de la luz que no llegará al Principado

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La industria vasca y navarra se beneficiará en 2016 de una rebaja del precio de la electricidad que no llegará a la mayor parte del resto del país y en particular a Asturias. Por segundo año, el Ministerio de Industria ha decidido una reducción extra de la parte regulada del recibo para un tipo de consumidores (los que reciben el suministro con tendidos de media tensión de entre 30 y 36 kilovoltios) que encaja con el perfil de muchas empresas medianas industriales del País Vasco, entre ellas las del metal, pero que prácticamente no se da en otras zonas de España debido a las características de las redes de distribución de electricidad.

El departamento de José Manuel Soria ya tomó para 2015 una decisión semejante que provocó malestar entre las empresas asturianas. El pasado enero, entró en vigor un cambio regulatorio diseñado a la medida de las aspiraciones de la industria vasca y que deriva de las concesiones obtenidas del Gobierno por el PNV a raíz de su apoyo a la reforma de la ley Eléctrica, en 2013. El citado cambio consistió en dar a los clientes que están conectados a redes de media tensión de entre 30 y 36 kilovoltios un tratamiento más ventajoso que el que tenían hasta 2014, de modo que soportan costes regulados (los de transporte y distribución de la energía y otros) más bajos. Con frecuencia se trata de empresas medianas y con elevados consumos eléctricos, algo habitual, aunque no exclusivo, en el sector del metal.

La peculiaridad de ese cambio consiste en que prácticamente el único territorio de España donde son frecuentes los mallados de entre 30 y 36 kilovoltios es el País Vasco y Navarra. En Asturias son prácticamente inexistentes. La distribución de electricidad en los principales espacios industriales se hace con tendidos de entre 5 y 24 kilovoltios, de modo que las pymes asturianas que tienen suministros de media tensión quedan fuera de la mejora que favorece a las vascas y navarras, a menudo sus competidoras en sectores como el del metal.

La orden ministerial que fija los costes regulados (los que calcula la Administración y que suponen la mitad del recibo) los congela en todos los tramos de tensión salvo en el que beneficia particularmente al País Vasco y Navarra. En ese caso, el Gobierno decide una rebaja del 6,7%. Por esa misma vía, la industria vasca ya consiguió este año una rebaja del 15% en el término de potencia y del 12,3% en el término de energía.

A finales de 2014, un sector del empresariado asturiano expresó su malestar por el tratamiento de preferencia obtenido por vascos y navarros. La iniciativa de Industria provocó además críticas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que alertó sobre una quiebra en el criterio de uniformidad de la parte regulada del recibo eléctrico en todo el territorio nacional.

El Ministerio incluye ese trato de ventaja para los territorios forales en la resolución, pendiente de informe de la CNMC, que también determina cómo evolucionará la parte regulada del recibo para los hogares. Industria ha utilizado la ingeniería jurídica para anunciar, ante la cercana celebración de las elecciones generales, que la luz podrá bajar una media del 1,2% para las familias a partir de enero. Ante la imposibilidad legal de utilizar los ahorros del sistema eléctrico a bajar los peajes -la ley obliga a aplicar los superávits a amortizar la multimillonaria deuda acumulada desde 2002-, el Ministerio ha optado por una vía indirecta: revisar a la baja la previsión de pagos que recibirán las centrales térmicas de carbón y gas natural por estar disponibles para funcionar o como incentivo para la realización de inversiones ambientales (plantas de desnitrificación).

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