Las multinacionales químicas estadounidenses Du Pont, con un complejo fabril y de servicios en Tamón (Carreño), y Dow Chemical, con tres centros de producción en Tarragona y Navarra, negocian una posible fusión que, de llevarse a cabo, daría lugar a uno de los dos mayores grupos mundiales del sector químico, en liza con la alemana Basf, y al primero en el negocio de las semillas y pesticidas para cultivos agrícolas, en el que la suma de Du Pont y Dow destronaría del liderazgo a la también estadounidense Monsanto Company.

Las negociaciones, que fueron desveladas ayer por "The Wall Street Journal", no fueron confirmadas por las multinacionales concernidas. Fuentes de Du Pont en Asturias se limitaron a señalar que "la compañía no va a comentar ni rumores ni especulaciones". Y la oficina de Dow Chemical en Madrid no hizo comentarios.

Este posible movimiento corporativo se inserta en un contexto de alta presión sobre la cuenta de resultados de estas y otras compañías análogas como consecuencia de cinco factores: la ralentización del crecimiento mundial, la desaceleración de los países emergentes (grandes consumidores de semillas y de productos químicos para la protección de cultivos), la fortísima caída del precio de las materias primas (el margen de beneficio del maíz y la soja están en mínimos de una década y el sector agrícola aporta un tercio del negocio de Du Pont), el fortalecimiento del dólar (lo que erosiona la contabilización en esta moneda de los beneficios que las compañías de EE UU obtienen en otras áreas monetarias) y la presión de grupos accionariales críticos que exigen reestructuraciones internas y cambios de estrategia para impulsar los beneficios y la cotización bursátil de las acciones.

En el caso de Du Pont, el fondo inversor disidente Trian Fund, del millonario Nelson Peltz y sus socios, que reclamaba la venta de activos y la división de la multinacional en dos compañías, ha seguido adquiriendo títulos de la empresa pese a su derrota en la última junta general de accionistas. Ahora se estima que posee el 2,94%, lo que lo situaría como cuarto inversor más relevante.

La ofensiva de este sector hostil y el empeoramiento de los resultados trimestrales de Du Pont, llevaron a la renuncia de la presidenta y consejera delegada, Ellen Kullman, el pasado octubre. Kullman fue sustituida en ambas responsabilidades, primero de forma interina y desde noviembre con carácter definitivo, por Edward Breen, quien se convirtió en el primero de los 20 dirigentes que ha tenido Du Pont en sus 213 años de historia que asume esta responsabilidad sin haberse formado dentro de las filas de la compañía. Breen, con experiencia gestora en Motorola, General Instrument Corporation y Tyco, acometió al frente de esta última multinacional una gran reestructuración del grupo, por lo que tiene experiencia en grandes operaciones corporativas.

Los factores externos e internos (Dow también se enfrenta a la disidencia de otro inversor críticos, Dan Loeb, quien a través del fondo Third Point controla el 2,03% del grupo químico), llevó a estas y otras multinacionales a abrir una tanda de negociaciones a varias bandas, al menos desde octubre, en la idea de fusionar los negocios agroquímicos para concentrar cuota de mercado, reducir costes y mejorar márgenes. En octubre, el nuevo dirigente de Du Pont admitió que estaba hablando sobre esto con otros competidores, Dow Chemical anunció su disposición a deprenderse de su división AgroSciences, Monsanto hizo una oferta sobre la suiza Syngenta, que ésta rechazó, y Du Pont y la asiática National Chemical China Corporation también sondearon a la helvética.

Ahora lo que se plantea no es unificar divisiones agroquímicas sino integrar la totalidad de Du Pont y Dow Chemical, dos de los colosos del sector químico mundial, en una fusión paritaria. Algunos analistas creen que el grupo resultante sería luego dividido.

Du Pont factura más de 35.000 millones de dólares anuales (31.800 millones de euros) y tiene 64.000 empleados. En Asturias, donde tiene tres fábricas (de Nomex, ICL y productos fungicidas y fitosanitarios) y un centro de servicios financieros, Du Pont tiene 800 empleados propios y otros 400 ajenos. Dow Chemical, con más de 53.000 trabajadores, tiene unas ventas anuales de unos 58.000 millones de dólares.