El Gobierno del Principado aseguró ayer que la nueva orden de peajes eléctricos propuesta por el Ministerio de Industria para 2016 tiene efectos "muy negativos" para la competitividad de la gran industria asturiana e incluye medidas "discriminatorias". El ejecutivo se suma así a las críticas lanzadas por la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), de la que forman parte compañías con fuerte implantación en la región como Arcelor-Mittal, Alcoa, Asturiana de Zinc o Cementos Tudela Veguín.

La Consejería de Empleo, Industria y Turismo, al igual que hizo AEGE, ya ha presentado alegaciones al documento del Ministerio y ha solicitado la anulación de dos de las medidas planteadas por el Gobierno central. "La propuesta incluye medias claramente discriminatorias y lesivas para la industria asturiana, medidas sin valoración del impacto que pueden representar para nuestra industria y atentatorias contra su competitividad", señaló Isaac Pola, director general de Minería y Energía del Principado.

Pola afirmó que una de las propuestas "lesivas" de la nueva orden de peajes eléctricos es la recogida en su disposición adicional tercera, por la cual se impide a la gran industria que, como venía haciendo hasta ahora, pueda disponer de una única tarifa de acceso pese a contar con varios puntos de acometida por motivos de seguridad. Pola destacó que las industrias necesitan dos líneas para garantizar el suministro eléctrico y que la medida incluida en el borrador, "además de contravenir el Real Decreto 1164/2001, una norma de rango superior, carece de sentido". Según el director general de Minería y Energía "la existencia de garantía de suministro ante un fallo de la red no es contradictoria con la autorización excepcional de aplicación de una única tarifa de acceso, tal como ha concedido el Ministerio de Industria hasta el momento". Pola indicó que, si la propuesta prospera, los peajes de acceso se duplicarían para una parte de la industria asturiana.

La segunda propuesta que rechaza el Principado es la división en dos tramos de la estructura de los peajes de acceso para la media tensión, una medida que el Gobierno central ya introdujo este año. Pola afirmó que este planteamiento agrava aún más la diferencia de peajes entre las tarifas de 1 a 30 kilovoltios y las de 30 a 36 kilovoltios, lo que se traduce en una diferencia que ronda el 20% a favor de las primeras. A juicio de Pola, esta división parece responder únicamente a la intención política del Gobierno central de beneficiar a la industria del País Vasco y Navarra, donde mayoritariamente existen redes de distribución de energía eléctrica de 33 kilovoltios. En Asturias, salvo algunos suministros industriales a 30 kilovoltios en la red de Viesgo, la mayor parte del territorio se encuentra alimentada a tensiones de entre 20 y 24 kilovoltios.