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"O pedimos el dinero al banco o Hacienda se queda con el piso"

La factura de una contribuyente que heredó de su hermano la mitad de una casa en El Natahoyo (Gijón): 8.500 euros

Leonor Muñiz Cuervo. MIKI LÓPEZ

Leonor Muñiz Cuervo perdió el pasado marzo a unos de sus hermanos, quien meses antes había acabado de pagar su piso en el Natahoyo (Gijón) y no tenía deudas. Sin esposa ni hijos, Leonor y su otro hermano se convirtieron en los herederos de dicha vivienda. Tras meses de papeleo llegó la hora de hacer cuentas con el Fisco y la sorpresa fue mayúscula: cada uno tenía que pagar 7.000 euros al Principado y 1.500 más en plusvalías al Ayuntamiento de Gijón. Indignada, asegura que "todo el mundo debe pagar impuestos", pero denuncia que el de sucesiones "es un atraco". Como heredera encuadrada en el tercer grupo de parentesco (hermanos y otros familiares colaterales), habría tenido que pagar una suma semejante fuera de Asturias.

"Si no tienes dinero sólo te quedan dos opciones: buscar quién te lo deje o renunciar a la herencia. ¿Cómo puede ser que haya que volver a pagar por algo que ya está pagado, que a personas que viven de pensiones o con salarios bajos se les pidan semejantes cantidades o que, tras una vida de sacrificio, se quede Hacienda con todo porque los herederos no pueden pagar?", se pregunta esta vecina de Lugones. Dedicada al cuidado de personas mayores, ingresa menos de 800 euros al mes. El hermano que ha heredado junto a ella es pensionista y cobra 800 euros.

El hermano de Leonor Muñiz Cuervo cobraba una pensión por una minusvalía que sufría de nacimiento. Con mucho esfuerzo se compró un piso en la zona de El Natahoyo, en Gijón. La familia, en la medida de sus posibilidades, le ayuda y atendía porque "ese piso era una ilusión y un triunfo para él". "Es antiguo, sin mejoras y tal y como están las cosas va a costar mucho venderlo y habrá que hacerlo regalado. Pero es lo que nos hace falta para devolver el dinero que hemos tenido que pedir prestado para que no se quede Hacienda con él".

Leonor Muñiz, que se dedica al cuidado de personas mayores, asegura que "no puedes dejar de sentir impotencia, rabia y coraje. Y hay que leer encima a un señor que escribe que el impuesto de sucesiones grava la riqueza no ganada. ¿Cómo se puede decir eso? ¿Qué sabe ese señor los sacrificios que tienen que hacer las familias muchas veces, y más con los salarios que hay ahora? Los ricos tienen quien les ayude, pero los pobres muchas veces tienen que dejar de trabajar para atender a su familiar enfermo. Y luego, lo que se ha conseguido con esfuerzo, encima se lo queda Hacienda", remarca esta heredera furibunda.

Por si fuera poco el tributo regional, entre los dos hermanos tuvieron que abonar casi 3.000 euros por plusvalías municipales. "No me niego a pagar impuestos, siempre que esa recaudación revierta en servicios a los ciudadanos. Pero nos han atracado. Y cuando vendamos el piso, sacaremos a devolver lo que nos han dejado y encima tendremos que volver a pagar impuestos de nuevo. Esto es una vergüenza y se tiene que saber", remató Leonor Muñiz.

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