Un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo, liderado por los profesores Begoña Cueto, Matías Mayor y Patricia Suárez, destaca la existencia de un "efecto refugio" en el mercado laboral, por el que las personas en situación de desempleo se decantan por el trabajo autónomo ante la incertidumbre laboral.

Así se desprende del estudio "Entrepreneurship and unemployment in Spain: a regional analysis", publicado en la revista "Applied Economics Letters". El artículo se enmarca en un proyecto más amplio de análisis del emprendimiento en España, financiado por el Ministerio de Economía, en el que se ha analizado la distribución provincial del autoempleo y la relación entre el trabajo por cuenta propia y el desempleo.

Según explicó la principal autora del estudio, Begoña Cueto, el objetivo era analizar en qué medida el autoempleo responde a aumentos o reducciones en el paro. De las principales conclusiones del estudio se desprende que la falta de trabajo por cuenta ajena produce un "efecto refugio" en el autónomo, aunque ello pueda implicar dificultades para la supervivencia en el mercado de trabajo. Sin embargo ese efecto no siempre se produce. A nivel provincial, los resultados del estudio revelan la existencia de una relación "inversa" en la que a mayor paro, existe una disminución en el empleo por cuenta propia. Por el contrario, cuando el crecimiento del desempleo es general y afecta también a las provincias vecinas, los incentivos para entrar en el autoempleo "pueden aumentar".

Según la investigadora, depende de la percepción sobre la salud del mercado laboral que tengan los trabajadores. "Si el paro aumenta en una región puede ser algo puntual, en cambio, si aumenta en todas las de alrededor, se puede intuir que la situación económica es mala en general y las expectativas de encontrar trabajo por cuenta ajena son menores", explicó Cueto, que añadió que si el paro es a nivel autonómico o provincial las personas en situación de desempleo se decantarían antes por buscar trabajo en otras regiones o esperar "a ver si las cosas mejoran" antes que arriesgarse a trabajar por su cuenta.

El estudio pone el foco en la distinción entre empleo autónomo y emprendimiento, dejando claro que, aunque el aumento del desempleo puede desembocar en un aumento del empleo por cuenta propia, eso no significa un aumento de la actividad emprendedora. "Ser autónomo es una situación laboral, mientras ser emprendedor implica un cierto grado de innovación y una apuesta por el crecimiento a medio y largo plazo", explicó Cueto. Además, las razones que pueden existir para iniciar una actividad por cuenta propia son "muy distintas" según la situación de cada persona. Hay quienes son autónomos porque quieren ser sus propios jefes y desarrollar un proyecto, mientras que otras lo son "como respuesta a la falta de un empleo por cuenta ajena".

La formación

Al analizar el trabajo autónomo, los investigadores se han encontrado con un escenario en el que los negocios recién abiertos tienen dificultades para salir adelante, muchas veces debido a la falta de experiencia en la generación de actividad económica. En este proceso la investigadora ha incidido en la necesidad de tener en cuenta que iniciar un negocio es un proceso "complicado" en el que hace falta un plan de viabilidad y obtener información sobre la competencia, las posibilidades de crecimiento y el entorno. "Hay quienes pueden iniciar el proceso sin la preparación suficiente", señaló Cueto, que apunta hacia la labor de información y asesoramiento como un aspecto "en muchas ocasiones" más importante que las subvenciones monetarias. "No se trata solo de saber sobre la actividad que se va a desarrollar, sino que hay que estar bien informado sobre aspectos legales y de gestión", apuntó.