La Fundación Laboral de la Construcción, gobernada por la patronal CAC-Asprocom y los sindicatos UGT y CC OO, promoverá un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) para intentar hacer frente a la fuerte caída de los ingresos que está sufriendo la organización debido a la crisis del sector del ladrillo. La junta ejecutiva de la Fundación ya puso sobre la mesa la necesidad de tomar medidas ante la estrechez económica de sus arcas en su reunión del mes de diciembre y esta semana ha iniciado las negociaciones con el comité de empresa para discutir qué medidas se pueden adoptar sobre los 56 empleados que forman la plantilla.

Ya en 2012, tras la brutal explosión del sector, la Fundación tuvo que poner en marcha una regulación de empleo que acabó con el despido de 40 de sus empleados. En esta ocasión, señalaron desde la dirección del organismo, se tratará de buscar medidas alternativas antes de despedir, como reducciones de jornadas y sueldos para intentar salir del bache.

Fuentes de la negociación apuntaron que "se tratará por todos los medios evitar el despido de ningún trabajador". Las cuentas de la organización han sufrido varios hachazos por diferentes frentes. Especialmente por la caída de ingresos provenientes de los trabajadores. Antes de la crisis, 32.000 empleados del sector aportaban a través de sus nóminas una pequeña cantidad para sostener la actividad de la Fundación, mientras que ahora lo hacen unos 8.200. El tijeretazo en las subvenciones para cursos de formación también ha dañado de forma severa los ingresos.