General Electric (GE) planea recortar 6.500 empleos en Europa a lo largo de los dos próximos años, de los que unos 500 puestos de trabajo se verían afectados en España, en el marco del proceso de integración de las actividades de la francesa Alstom adquiridas en noviembre de 2015, según indicaron a Europa Press fuentes de la compañía.

"Hemos iniciado conversaciones con los representantes de los trabajadores sobre un proceso de reestructuración en Europa en relación con la integración de Alstom que podría afectar hasta aproximadamente 6.500 empleos en los próximos años. En España, el número de afectados sería aproximadamente de 500 personas", indicaron fuentes de GE en España.

A este respecto, las fuentes consultadas explicaron que "el proceso responde a la necesidad de aumentar la competitividad de los negocios de Alstom integrados en General Electric y generar las sinergias para asegurar la sostenibilidad y competitividad de las actividades a largo plazo".

"Vamos a mantener una colaboración constructiva con los representantes de los trabajadores durante todo el proceso. Asimismo, vamos a trabajar con los empleados potencialmente afectados para identificar oportunidades de recolocación, dando prioridad a la movilidad interna y otras posibles soluciones", añadieron.

General Electric cuenta con una plantilla de 300.000 empleados en todo el mundo, de los que 120.000 corresponden a Europa. La cifra de trabajadores en España asciende a 3.400 empleados. La compañía tiene sus principales de trabajo en la comunidad de Madrid (Madrid, Getafe y Móstoles), Barcelona, Vizcaya (Zamudio) y Canarias (Agüimes).

General Electric cerró el pasado mes de noviembre la compra de los negocios de energía y redes de la francesa Alstom por casi 9.000 millones de euros, culminando así un proceso iniciado en 2014 tras recibir la autorización de los reguladores de más de 20 países y regiones, incluyendo la Unión Europea, Estados Unidos, China, India, Japón y Brasil.

Otros países de fuera de Europa se verán afectados también por la reestructuración, que General Electric justifica además por un "contexto energético deprimido".