El presidente del Gobierno italiano, Matteo Renzi, anunció ayer un decreto legislativo con el que se podrá despedir "en tan sólo 48 horas" a los funcionarios públicos que cometan absentismo injustificado.

"A quien se le pilla que ficha, pero después no entra a trabajar será despedido en 48 horas. Es un hecho de sentido común y de ser correctos porque permitirá ver con mejores ojos al resto de los empleados de la administración pública", afirmó Renzi, que también anunció el despido para el dirigente que no ejecute la expulsión de la función pública.