UGT consiguió cerrar 2015 como primera fuerza sindical de Asturias. Lo destacó ayer su secretario general en la región, Justo Rodríguez Braga, antes de mantener en Oviedo, junto a su homólogo a nivel federal, Cándido Méndez, una reunión con el comité electoral para analizar los resultados. Desde la central se destacó que la hegemonía se mantiene desde 1980.

Según sus datos, UGT obtuvo al cierre de 2015 en las empresas de Asturias un total de 1.064 de los 3.119 delegados a elegir (el 34,15%) frente a los 984 de CC OO (31,55%), los 247 de USO (7,92%), los 148 de CSIF (4,75 %), los 102 de la CSI (3,27 %), los 47 de independientes (1,51%) y los 526 del resto (16,86%). Estos resultados son similares a los registrados en el periodo de cómputo 2012-2015 (que se utiliza para la representación institucional), en los que ganó, en el ámbito sectorial, en cinco de sus seis federaciones y, territorialmente, venció en Oviedo, Nalón, Caudal, Occidente, Oriente y Suroccidente y fue superado en Gijón y Siero por CC OO, con el que empató en Avilés.

Según Rodríguez Braga, estas cifras, que dan a UGT y CCOO el 65,7% de la representación en 2015 y el 69,9% en el periodo 2012-2015, reflejan que el modelo de sindicalismo "serio, de propuestas y de soluciones de ambas organizaciones tiene la confianza mayoritaria frente al sindicalismo del no" que a su juicio ha defendido fórmulas "más radicales que apuestan por el todo o la nada y que han provocado que empresas que podían tener solución con menos trabajadores se quedan en nada". Señaló además que en el periodo 2012-2015 se perdieron en Asturias 893 delegados sindicales que justificó "por el cierre de empresas y la pérdida de empleo". A la pregunta de si escándalos como el de la fortuna oculta de José Ángel Fernández Villa, ex secretario general del SOMA-FITAG-UGT afectan a la pérdida de delegados, Cándido Méndez destacó que "indudablemente eso ha provocado un impacto negativo, pero en las elecciones de Hunosa se podría decir que incluso se mejoraron los resultados".

Méndez señaló que la renovación del sindicato "ya se está produciendo" con la reestructuración de la central en torno a tres grandes federaciones y dijo que el proceso "no va a depender" de quien sea elegido para sustituirlo en el Congreso del mes de marzo. A su juicio, en UGT "no hay ni candidatos oficialistas ni críticos" y apuntó que hay una franja generacional de dirigentes de entre 45 y 55 años que cuenta "con experiencia y compromiso sindical". A la "renovación" contribuyen también, apuntó, iniciativas como la propuesta que se debatirá en el Congreso de que el código ético de la organización sea controlado por una comisión de seguimiento a la que se incorporarán tres personas "ajenas" al sindicato para "escrutar y analizar" su gestión.