El presidente del Banco de Inglaterra, Mark Carney, afirmó que "aún no es el momento de subir tipos" en su primer discurso de 2016. El banquero subrayó que "el mundo está más débil y el crecimiento de Reino Unido se ha ralentizado", mientras que la inflación ha profundiza su caída ante el continuado descenso de los precios del petróleo.