Arcelor-Mittal paralizará de forma "indefinida" la acería compacta de Sestao (Vizcaya) debido a la fuerte competencia del acero de China, que según denuncia la multinacional está tirando por suelos los precios de muchos productos siderúrgicos. El cese de la actividad fabril, que se hará efectivo a principios de febrero, afectará a los 335 trabajadores de la acería eléctrica, que se acogerán al expediente de regulación de empleo que la compañía siderúrgica tiene abierto en todas las plantas de España -incluidas las asturianas- para hacer frente a este tipo de ajustes en la producción.

Fuentes de Arcelor-Mittal señalaron que la medida no tendrá efecto sobre las plantas de Gijón y Avilés, ya que las asturianas y la vasca se dirigen a "mercados y clientes" diferentes. Sin embargo, el sindicato vasco ELA aseguró que la empresa le ha anunciado que la carga de trabajo prevista para la instalación vizcaína, de unas 350.000 toneladas, se derivará a Asturias y Fos (Francia).

Sobre la decisión de suspender la actividad en la planta sestaotarra (conocida como ACB) ha tenido un peso decisivo el precio de la electricidad, apuntaron desde la compañía. El alto coste energético, unido a que los productos que se fabrican en la ACB (bobina en caliente y decapada) están llegando desde China a un precio muy por debajo de su coste, ha provocado que la instalación acumule importantes pérdidas cada trimestre. "Está en una situación complicada", aseguró un portavoz de Arcelor. Para identificar lo delicada que es la situación de la planta vasca, desde la multinacional se apunta que "China está poniendo bobinas en Europa a un coste un 30% más barato de lo que se oferta aquí".

A todo esto se une, además, el creciente precio de la chatarra, la principal materia prima que usa esta acería para producir, y el colapso financiero de Condesa (propietaria de Mieres Tubos), uno de sus principales clientes y que acumula una importante deuda con la multinacional siderúrgica, hasta el punto de que Arcelor había adquirido parte de la actividad de este grupo alavés para evitar que entrara en concurso de acreedores. La operación está pendiente de superar trámites legales.

Los trabajadores de la ACB ya se habían quedado al margen de algunas de las mejoras económicas incluidas en el acuerdo marco que firmaron los sindicatos y la empresa la semana pasada en Madrid y en el que se retiraban algunas de las medidas de ajuste que la multinacional empleó en España para hacer frente a la crisis. Los empleados vascos estaban a la espera de que se pusiera en marcha un plan de viabilidad para su planta.

Arcelor y la industria siderúrgica europea llevan meses denunciando la competencia desleal que llega desde China en forma de acero barato, al mismo tiempo que exigen a la Unión Europea que tome cartas en el asunto e imponga severos aranceles para poner coto a estas importaciones.

Durante la crisis la acería eléctrica de Sestao había suspendido su actividad en varias ocasiones. La vez que estuvo más tiempo parada fue a finales de 2011, cuando la demanda de acero no dejaba de caer. La planta permaneció en el dique seco hasta junio de 2012. La última parada había tenido lugar en diciembre, pero Arcelor dio orden de arrancar la instalación a primeros de enero, para volver a parar en febrero de forma "indefinida".