El Tribunal Supremo cerró ayer la puerta a que los grandes inversores puedan recuperar el dinero que invirtieron en la salida a Bolsa de Bankia. El organismo judicial reconoce que en el folleto de la operación pública de suscripción (OPS) con el que la entidad, presidida por aquel entonces por el asturiano Rodrigo Rato, trató de captar nuevos inversores contenía "graves inexactitudes", pero asegura que los más cualificados tenían otros medios para conocer el estado real de la entidad.

La alta magistratura confirmó hace días dos sentencias, una de ellas en la que se obligaba a devolver los 10.000 euros que un matrimonio ovetense que había invertido en acciones del banco. Y abrió paso a que los pequeños inversores puedan recuperar su dinero sin problema, pero al mismo tiempo frena las posibles devoluciones a los denominados cualificados.

El propio Supremo publicó ayer una aclaración sobre las sentencias en la que se asegura que es necesario distinguir entre los pequeños inversores "que, a diferencia de lo que puede ocurrir con los más cualificados, carecen de otros medios de obtener información sobre los datos económicos relevantes para tomar la decisión de comprar las acciones que el folleto".

Los magistrados aseguran que el folleto contenía fallos que provocaron que los inversores se hicieran "una representación equivocada de la solvencia de la entidad y, consecuentemente, de la posible rentabilidad de su inversión". "Se encuentran con que realmente han adquirido valores de una entidad al borde de la insolvencia, con unas pérdidas multimillonarias no confesadas", señala el tribunal.

Además, el Supremo rechaza que la causa penal pendiente ante la Audiencia Nacional pueda paralizar las acciones individuales en la vía civil y, para ello, se basa en la doctrina del Tribunal Constitucional.