La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

FRANCISCO BLANCO | Consejero de Empleo, Industria y Turismo

"La protección social será insostenible si no empujamos el crecimiento económico"

"Los impuestos que afectan a la actividad empresarial no son más altos en Asturias"

Francisco Blanco, junto a la ventana de su despacho. FERNANDO RODRÍGUEZ

Francisco Blanco (Gijón, 1969), economista y consejero de Empleo, Industria y Turismo del Principado, dedicó parte de su trabajo como profesor e investigador de la Universidad de Oviedo al estudio de las cuentas públicas y los sistemas de pensiones. "Si la economía no avanza, la protección social no es sostenible", responde en esta entrevista, en la que opina sobre la situación de Asturias y repasa los asuntos de su departamento cuando se cumplen seis meses de su llegada al despacho de la ovetense plaza de España que antes ocupó el también socialista Graciano Torre.

-Los datos colocan a Asturias a la cola de la recuperación económica: es la región que menos empleo genera y también la que menos crece...

-Es verdad que los datos no son los mejores, pero tampoco quiero ser muy pesimista. La tasa de desempleo es varios puntos menor que la media española y el paro lleva veintitrés meses bajando en términos interanuales. Evidentemente, no está bajando todo lo que debería. Tenemos que seguir trabajando y harcelo todos. ¿Cómo? Los Presupuestos son un instrumento?

-Pero no hay Presupuestos.

-La concertación social es otro instrumento y tiene un significado importante: supone que empresarios, sindicatos y políticos estamos juntos buscando soluciones. Luego lo llevaremos a los demás partidos y adonde más sea necesario. Si la cosa no va todo lo bien que debería, tenemos que esforzarnos más todos.

-La concertación social arrastra la etiqueta de haberse convertido en una especie de pacto de reparto de rentas entre los sectores y los agentes participantes o de actuar como una mera prótesis política para gobiernos con apoyos parlamentarios raquíticos...

-No es un reparto de rentas. Para empezar, no hay tanto para repartir. Se trata de priorizar y de poner objetivos en común. Hay que ver cómo hacemos para afrontar los problemas sociales de manera que sea sostenible y cómo hacemos para empujar la economía. Si no avanza, lo social no será sostenible. Son los dos ejes de la concertación.

-¿Cómo conseguir un mayor impulso empresarial?

-Tenemos una cosa buena: el diagnóstico está hecho y es bastante compartido. Hay varios documentos sobre los que existe cierto consenso, como la estrategia de especialización inteligente o la industrial. Y tenemos una política regional europea que nos sirve de orientación. Consiste en que cada región debe buscar en lo económico qué es lo que sabe hacer mejor o lo que puede llegar a hacer mejor, y apostar por ello. Así es la estrategia de especialización inteligente: "No dispare usted a todos los lados, porque además no tiene balas para tanto; mire donde puede tener o desarrollar una ventaja competitiva y priorice". Tenemos hecho un diagnóstico que ahora hay que afinar con los agentes sociales.

-¿Por qué sectores se va a apostar?

-Habrá que examinar los retornos de las políticas y las inversiones y apostar por aquellas que los tengan mayores.

-¿La industria antes que la construcción y las infraestructuras?

-Depende. La Zalia es una infraestructura que tiene una incidencia directa en el sistema productivo, que aumenta nuestra competitividad y que por tanto tiene retornos. Hay otras inversiones con un retorno que no es tan económico como social. Por ejemplo, la rehabilitación de viviendas para personas mayores, que les permita estar más tiempo en su domicilio y menos en una residencia. Así puedo estar impulsando un sector como la edificación residencial y al mismo tiempo genero unos ahorros y contribuyo a la viabilidad del sistema de protección social. Lo que no podemos hacer es decir: "¡Hala! Mil millones en infraestructuras y casi me da igual cuáles porque el caso es que se gaste el dinero". Eso es lo que no va a ser, no puede ser.

-¿Quiere decir que hasta ahora funcionaba así?

-No diría tanto, pero sí parece, a raíz de algunas peticiones o declaraciones, que a algunos es lo único que les importa.

-Los empresarios se quejan de que sigue encontrando obstáculos en Asturias...

-Este gobierno tiene claro que los empresarios juegan un papel fundamental en el desarrollo de la región, imprescindible. Necesitamos más. Evidentemente, si no hay más no es culpa de los que ya son empresarios sino de lo que no lo somos. Pero los empresarios no se adquieren en un mercado. Tener más requiere un proceso complejo: hay que cuidarlos, fomentar la cultura emprendedora y que tengan el reconocimiento que merecen.

-¿Lo tienen?

-Por parte del Gobierno, sí.

-¿Y de la sociedad asturiana?

-Creo que también. No podemos seguir anclados en tópicos imaginarios que ya son antiguos. No creo que la gente tenga una visión negativa de los empresarios. Naturalmente, los hay que hacen las cosas mal, como hay trabajadores, políticos, médicos o abogados que hacen las cosas mal. Lo mismo que no acepto un desprecio generalizado por los políticos, no lo voy a aceptar para los empresarios o para los sindicatos.

-Otra queja de la clase empresarial: la elevada presión fiscal en Asturias desalienta la inversión y estimula la deslocalización de sociedades.

-¿Qué impuestos empresariales hay en Asturias más altos que afecten a un negocio?

-El tipo marginal del IRPF...

-No afecta al negocio, sino a una persona después de que reparte el beneficio del negocio.

-El impuesto de sucesiones...

-Tampoco afecta al negocio. Además, hay una bonificación del 99% del valor de la empresa en la sucesión. No volvamos a los tópicos. Nosotros no tenemos competencias sobre los impuestos que afectan directamente a la actividad empresarial, no regulamos el impuesto de actividades económicas, ni el de sociedades, ni el IVA. Los impuestos que afectan a la actividad empresarial no son más altos que en ninguna otra comunidad autónoma.

-Persisten las incertidumbres sobre Alcoa y Tenneco; Du Pont encara una fusión; Gijón Fabril y Fahime están en graves circunstancias...¿Estamos ante un rebrote de problemas industriales en Asturias?

-Las estadísticas no dicen eso, sino que la producción avanza a tasas buenas. Casos concretos sí hay, inevitablemente. Y también hay problemas que nos afectan especialmente ahora, como la crisis de las materias primas, porque tenemos algunas industrias muy centradas en ellas. Vamos a ver qué desenlace tiene eso. Y luego hay casos puntuales que más o menos se dan siempre. Hay que entender que las empresas tienen su ciclo, como la personas: unas abren y otras cierran. Nosotros trabajamos para que las que cierren sean las menos posibles, sobre todo las que son viables.

-¿Trabajan con la hipótesis de que Alcoa deje Asturias?

-Tenemos contacto periódico con Alcoa y en principio trabajamos con la hipótesis de que la planta no se va cerrar. Queremos estar informados y solicitamos garantías de continuidad de la planta y del empleo y de momento todo lo que nos transmite la empresa es que eso va a ser así.

-¿Tenneco sobrevivirá?

-Hay ofertas para comprar la planta y confío en que alguna de ellas permita la continuidad.

-¿Gijón Fabril y Fahime?

-Estamos interviniendo en todos los conflictos, pero nuestros márgenes de intervención a menudo son pequeños.

-El año 2018 se acerca con la extinción de las ayudas al carbón. ¿El fin irremediable de la minería asturiana?

-Hay algunas explotaciones que podrían tener viabilidad más allá. Dependerá de varias cosas: primero, de que se les permita continuar legalmente, porque ahora las ayudas están orientadas sólo al cierre; luego, de que el mercado se recupere, porque el precio del carbón está bajísimo, o que podamos mantener un marco de ayudas. Son empresas que pueden producir a 70 o 75 euros la tonelada, pero el mercado está ahora a 50 o 55. Hay otro problema: las eléctricas no compran el carbón porque el Estado no cumple el compromiso de regular un incentivo.

-¿Hunosa sí está condenada sin remedio?

-No lo sé. Tendremos que ver si algo se puede mantener.

-La regasificadora sigue sin uso después de tres años del final de la obra y 380 millones de inversión. ¿Cuándo podría funcionar?

-Que no esté funcionando es una decisión más política que económica del Gobierno central. Se puso en marcha la ampliación de Bilbao, que se planificó, se hizo y se terminó después de la de Gijón. Fue el Gobierno quien decidió poner esa instalación en marcha y no la asturiana.

-Pero si el Gobierno la activara sería con cargo al recibo de los consumidores...

-El coste no sería mucho mayor que ahora, porque Enagás ya cobra por la regasificadora. La diferencia en el coste no sería tan grande y sí lo sería en el servicio y la importancia para la región.

-Arcelor se enfrenta a una situación muy preocupante por la competencia del acero chino. ¿Qué le transmite la dirección?

-Algo que es muy evidente: el problema y la solución están en la Unión Europea. ¿Por qué se permite que países con una legislación laboral o medioambiental muchísimo más laxa y abusiva estén vendiéndonos acero incluso por debajo de coste? Como es lógico, en Europa exigimos unas condiciones a nuestros productores, pero no lo hacemos con los productores de fuera. ¿Eso tiene sentido? La UE tiene que estar para esas cosas y no sólo para aceptar las exigencias de Cameron (para que Gran Bretaña no abandonde la Unión) o para negociar el tratado de libre comercio con Estados Unidos. También debe estar para defender a nuestra industria de la competencia desleal. Si no es así, la UE estaría apostando por cerrar la industria o por que acabemos todos con las condiciones de los chinos y respirando el aire de los chinos. ¿Eso no se discute en la UE o es que mientras los alemanes vendan aviones no importa el acero que China nos venda a nosotros? Esa discusión hay que llevarla a Bruselas. Echo en falta un discurso más contundente en este asunto por parte de todos: políticos, organizaciones empresariales y sindicales.

-Las oficinas públicas de empleo, en Asturias y en el resto de regiones, apenas tramitan el 3% de las ofertas de trabajo. ¿Suena a fracaso de un servicio que consume muchos recursos?

-Por las razones que sea, muy pocas empresas recurren a las oficinas de empleo. Quizá porque al contratar buscan referencias más personales, como que el trabajador tenga recomendaciones, y no sólo las más asépticas que te puede dar un servicio público. Se puede decir que la oficina de empleo no ofrece al empresario lo que necesita, pero también que lo que él quiere no se lo puede ofrecer. Ni debe. Seguramente la intermediación no es la principal finalidad de la oficina pública, que se centra en trabajar con el parado, en darle orientación y formación.

-La eficacia de los cursos también está en entredicho...

-Tenemos un reto muy importante: identificar bien cuáles son las necesidades de formación del sistema productivo. No digo que ahora no haya método, pero tenemos que mejorar el sistema.

-El sistema está salpicado por las sospechas de irregularides. ¿Qué ha hecho su Consejería a propósito de las investigaciones de la Fiscalía sobre los cursos de UGT?

-Hemos actuado incluso con exceso de celo. En su día se conoció que un sindicato (UGT) estaba siendo investigado; lo que se hizo fue coger todas las subvenciones que se habían concedido en los años que no habían prescrito y se revisaron. Como consecuencia de ello, se decidió revocar parcialmente unas subvenciones, la empresa del sindicato (fundación IFES) recurrió y nos ganó el juicio. No sólo actuamos con celo, sino, a la luz de los resultados judiciales, con exceso de celo, porque perdimos.

-¿Qué está haciendo el Gobierno para mejorar las conexiones del Aeropuerto?

-Como sabe, no podemos subvencionar directemente vuelos, tenemos que hacer contratos de promoción turística. Lo cual es el primer problema: se quiere que consiga un resultado de un tipo sin poder sacarlo a contratación. Me piden que saque a contratación una cosa para que me den otra y que me salga bien. Es un poco una locura lo que se le pide al Gobierno. Situación: hay unos contratos ya firmados, que para mí no están dando los resultados deseados, sobre todo en el caso de la UTE formada por Iberia, Alsa y el Corte Inglés. Hay otro firmado con Volotea y ahora vence el de Easyjet para Londres. No hay dinero para nuevos contratos, el único margen es conseguir lo más posible con lo que hay. Y en eso estoy, en negociación constante con los operadores, tratando de sacar el máximo partido posible.

-¿Se renovará el acuerdo con Easyjet?

-Londres es prioritario y tendremos que seguir sacando algún contrato de promoción turística que dé soporte a la operativa con ese destino. Las cuatro grandes conexiones que debe tener Asturias son Madrid, Barcelona, Londres y París. La llegada del AVE va transformar el enlace con Madrid, pero nunca del todo. Seguirá habiendo una demanda importante.

-El turismo es la faceta de la economía que mejor funcionó en 2015, pero es una opinión muy extendida que Asturias sigue desaprovechando mucho potencial...

-Lo primero debemos saber es qué podemos ofrecer y no querer ofrecer otra cosa. Creo que tenemos un producto que está muy en la tendencia que hay. El mercado tiende hacia lo que puede ofrecer Asturias, hacia un turismo de estancias cortas y "experiencial", para hacer cosas: deporte, naturaleza, gastronomía, surf, turismo religioso?Tenemos que desarrollar ese potencial. Hemos sacado a contratación una estrategia que se basa en eso, en programas distintos para cada producto, con un plan de marketing que nos diga a quién se lo podemos vender y cómo.

Compartir el artículo

stats