El exdecano de Económicas Francisco González sostuvo que "corresponde abrir un expediente y determinar la sanción que sea". "Esta es", dijo, "la primera vez en cuarenta años en que se cancela un acto porque haya sido boicoteado. Es un signo inequívoco de retroceso. Todos los colectivos pueden hacerse oír en la Universidad, pero no así, sino organizando otro acto donde estén los afectados por las hipotecas". El exrector y exdecano de Económicas Juan Vázquez recriminó las actitudes "intolerantes".

La Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) aseguró que "en una sociedad moderna debe imperar el respeto y la tolerancia en aras a la convivencia democrática". El vicesecretario de Organización del PP, Luis Venta, señaló: "La democracia no es esto. La Universidad es un espacio para la investigación, la educación, la transferencia del conocimiento y la libertad que parece que algunos se empeñan en acotar o dirigir". A su juicio, "este tipo de actitudes suponen un riesgo para la convivencia democrática". El portavoz de IU en la Junta General, Gaspar Llamazares, cuestionó la forma y no el fondo de la protesta. "Comprendemos la indignación de los afectados por la crisis, los recortes y las maniobras bancarias pero no compartimos el silencio o el boicot que, aunque no nos escandalizan, se convierten en noticia". "Preferimos el debate y la confrontación de ideas para que aparezcan las reivindicaciones y no la bronca".

La presidenta de Foro, Cristina Coto, hizo "una rotunda condena de actos contrarios a la libertad de expresión y reunión" y criticó que se "impida la difusión de conocimientos empresariales a los alumnos".

El portavoz de Ciudadanos, Nicanor García, condenó "este tipo de prácticas". "Las reivindicaciones son muy legítimas pero el lugar más apropiado para expresarlas no es una conferencia en la Universidad, que debe ser un espacio de debate y contraste de ideas. No se puede montar bronca y reventar el acto con reivindicaciones fuera de contexto".

Podemos dijo que hay "un escrache a la ciudadanía" por parte de bancos como Liberbank con sus deshaucios, y de los políticos (el partido citó a Agustín Iglesias Caunedo, Margarita Vega y Santiago Martínez Argüelles) con las "puertas giratorias" y sus "consejos de administración" mientras La gente normal, la que no sabe qué será de su máster, ni de su puesto de trabajo, ni de su vivienda, solo puede vivir con miedo, angustiada por llegar a fin de mes".

El presidente de la patronal asturiana (FADE), Pedro Luis Fernández, que fue uno de los intervinientes a los que se les impidió hablar, sostuvo ayer que podría atribuir los hechos a "un caso aislado, que no tiene más importancia y que hay que mirar para adelante", o bien podría interpretarlo, dijo, como "un reflejo de los que estamos viviendo y de lo que está marcando nuestra convivencia y nuestra política, tenemos un problema grave, muy grave, mucho más grave de lo que yo pensaba. En 51 años no vi nada parecido. Y sobre todo donde ocurrió: en la Universidad, que debe ser el sitio del conocimiento y en el que deberíamos escuchar todas las voces, pero donde hay voces que no tienen cabida y, poco a poco, parece que tampoco en la sociedad". El empresario tachó a los que quebrantaron el acto como "la tiranía de una minoría pequeña, agresiva, fascista y mafiosa", "que hace mucho ruido, y que va invadiendo poco a poco nuestra sociedad".

Francisco Suárez, estudiante y representante de la asamblea de Económicas, aseguró que "no hubo violencia", que la protesta "no duró ni cinco minutos porque se levantaron y se fueron", y que el momento de tensión se produjo, dijo, "cuando el presidente de FADE se encaró" con uno de los que protestaban.

Según este estudiante, la asamblea, que había invitado a una persona desahuciada de su casa por la banca para que aportara "una visión social de la crisis", decidió llevar su protesta a la sala donde se iba a celebrar la mesa redonda una vez que la "Facultad había impedido la libertad de expresión de los alumnos arrancando los carteles" que éstos habían elaborado y pegado en las paredes. En los carteles, según este testimonio, "se reproducían informaciones de los periódicos con recientes declaraciones del presidente de FADE en las que calificaba a la Universidad y la sanidad como 'vacas sagradas' y recomendaba desviar parte de sus recursos a la inversión empresarial, y las del consejero delegado de Liberbank en el parlamento asturiano sobre deshaucios y otras decisiones". "No eran carteles irrespetuosos ni agresivos", señaló. El mismo alumno dijo que quienes iban a explicar la crisis son "responsables de ella y de sus efectos sociales", y que mientras FADE ha participado cuatro veces en dos años en la Facultad, jamás se ha invitado a un parado o desahuciado a ofrecer una visión social".