Los nuevos contratos hipotecarios de los asturianos se están firmando con intereses medios en torno al 2%, un punto por debajo de las condiciones más frecuentes hace un año, según la información que manejan los registradores de la propiedad sobre los préstamos para vivienda firmados en el último trimestre de 2015. El abaratamiento de las hipotecas es paralelo al descenso continuado del euribor, que ya está en tasas negativas. Los bancos están tratando de blindarse de las merma de rentabilidad que implica un euribor negativo incorporando las llamadas "cláusulas cero" en los nuevos contratos.
La cotización diaria del euribor a 12 meses, principal referencia de las hipotecas de interés variable, fue ayer del -0,018% y la media provisional del mes está en el -0,018%. Con toda seguridad, febrero acabará con el euribor en números rojos, algo inédito y que provocará una situación también insólita para aquellos hipotecados que deben actualizar en marzo la cuota de su hipoteca variable tomando como referencia la tasa de febrero y no tienen cláusula suelo en sus contratos: el euribor restará del diferencial en vez de sumar. Un ejemplo: si la hipoteca está contratada al euribor más un punto y la referencia acaba el mes en el -0,018%, el interés que se pagará a partir de marzo y hasta la próxima acualización será del 0,982%.
La existencia de los diferenciales hace pensar que será difícil que el hundimiento del euribor llegue al punto en que el tipo de interés de la hipoteca se vuelva negativo, de modo que en apariencia el banco podría quedar obligado a retribuir al prestatario. Antes de 2008 se firmaron hipotecas en España con diferenciales muy reducidos, inferiores incluso a 0,5 puntos, así que si el euribor mantiene la tendencia actual ese riesgo para la banca es factible. Y es un caso que no está previsto en los contratos y que arroja dudas legales: sobre el papel, obligar al banco a pagar al hipotecado subvierte la esencia jurídica del contrato de préstamo, pero existen otras intepretaciones y el sector está actuando preventivamente para evitar un menoscabo económico y un nuevo brote de litigiosidad.
Fuentes financieras indicaron que la mayor parte de los bancos incluye ya en las nuevas hipotecas una cláusula para blindarse frente a los tipos negativos. Aunque existen distintas variantes, todas esas cláusulas están pensadas para mantener intacto el diferencial. Esto es, si el euribor está en negativo, no se aplica como tal para actualizar la cuota hipotecaria, sino como si estuviera en cero. Es una modalidad de "cláusula suelo" donde el interés mínimo que se garantiza el banco es igual al diferencial pactado sobre el euribor.
Según la información reunida por los registradores, el diferencial medio que utiliza ahora la banca en Asturias está por debajo de los dos puntos. El promedio del tipo de interés inicial de las nuevas hipotecas fue en el cuarto trimestre del 2,25%, el segundo más bajo del país e inferior en algo más de un punto al del mismo período de 2014 (3,40%). Aunque las hipotecas se han abaratado, las limitaciones en el capital prestado (máximo del 80% del valor de tasación) y las condiciones de ingresos, estabilidad laboral y garantías extra para acceder al crédito siguen siendo estrictas.
