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Asturias tiene tantos trabajadores que cotizan como pensionistas o parados que cobran una prestación

Los jubilados asturianos acentúan su dependencia de los flujos de rentas entre comunidades que garantiza la caja única de la Seguridad Social

Asturias tiene tantos trabajadores que cotizan como pensionistas o parados que cobran una prestación

Asturias es la comunidad autónoma con peor relación entre el número de afiliados a la Seguridad Social que trabajan y el de pensionistas y parados que reciben prestaciones, los dos colectivos cuyos ingresos dependen de las cotizaciones de los ocupados. La región tiene 1,01 cotizantes por cada pensión o prestación de desempleo, un resultado que manifiesta la gran dependencia de Asturias de los flujos de solidaridad procedentes de otras regiones propios del sistema de caja única que tiene España para la protección social.

La tasa que mide la relación entre cotizantes y beneficiarios de prestaciones es uno de los indicadores que se utilizan para medir la sostenibilidad de las prestaciones de la Seguridad Social. Se estima que para cuadrar las cuentas sin déficit España necesita tener por encima de dos cotizantes por cada pensión. Pero ahora está en 1,82 y en menos de 1,5 si a las pensiones se añaden las prestaciones de los parados. El desfase explica que la Seguridad Social haya disparado su déficit (12.000 millones de euros el año pasado), agravado también por el impacto de la caída de los salarios y la precariedad del nuevo empleo. Esto es, crece el número de afiliados (más del 3% en 2015), pero las bases de cotización son menores y con ello los ingresos del sistema crecen sólo tibiamente.

Por el lado de los gastos, el desequilibrio de la Seguridad Social se acentúa porque el gasto en pensiones aumenta a mayor velocidad que los ingresos, a pesar de los impactos de las reformas de 2011 y 2013. Uno de sus efectos más inmediatos ha sido que las pensiones se revalorizaron sólo el 0,25% (mínimo legal) en 2014, 2015 y 2016.

Asturias es el caso más extremo de desfase en las cuentas de la Seguridad Social. La región tiene unos 354.000 trabajadores cotizantes y recibe casi 301.000 pensiones y más de 45.000 prestaciones y subsidios para desempleados. La relación entre trabajadores y pensiones (1,14 cotizantes por pensión en la actualidad) es la peor del país desde hace décadas.

Y los ingresos por cotizaciones siguen descendiendo en la región. Entre enero y noviembre del pasado año (últimos datos disponibles), la Seguridad Social recaudó 1.507 millones, 20 millones menos que durante el mismo período de 2014. El ritmo de crecimiento de las afiliaciones es en Asturias algo superior al 1,5%, la mitad que la media del país. En cambio, el gasto en pensiones sube cerca del 2,4%.

Aunque aún no hay datos oficiales que sean públicos, el total del gasto en las pensiones asturianas pudo rondar los 4.260 millones de euros en 2015, mientras que los ingresos por cotizaciones, a cargo de las empresas y de los trabajadores, estarán en torno a los 1.700 millones. En ninguna otra región se produce un desfase tan grande entre ambas partidas.

Conforme al sistema español de pensiones (de reparto), las cotizaciones de las generaciones que están trabajando financian la nómina de las que están cobrando pensiones, si bien una parte relevante de la factura la paga el Estado vía impuestos (principalmente, los complementos a mínimos para las pensiones más modestas). Por otra parte, el sistema de caja única (todas las cotizaciones se destinan a pagar todas las pensiones, sin división territorial) asegura el pago de las prestaciones en aquellos territorios donde los gastos superan los ingresos. Asturias es la región donde es mayor ese desfase.

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