El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha rechazado la demanda formulada por los sindicatos UGT, CC OO y CSI contra el expediente de regulación de empleo (ERE) que condujo al despido de toda la plantilla de Fahime, empresa de bienes de equipo que está sin actividad desde el otoño de 2015 y cuyos trabajadores protagonizan un encierro en la fábrica de Tabaza (Carreño) que ya dura casi cuatro meses.

Los representantes de los trabajadores habían reclamado la nulidad del ERE al considerar que el período de consultas no había respetado la normativa vigente, que se había producido fraude por parte de la compañía y en general que ésta no negoció de buena fe con los trabajadores. El TSJA asume los argumentos de la Fahime, representada por el despacho Montoto y Asociados, y entiende que el proceso para el despido colectivo se realizó sin irregularidad y que la situación de pérdidas alegada por la empresa quedó acreditada. La nulidad hubiera supuesto la obligación de readmitir a los despedidos. Subsidiariamente, la plantilla pedía que se declarara la decisión empresarial no ajustada a derecho, lo que, de ser aceptado, habría dado a los despedidos el derecho a reclamar indemnizaciones mayores. Ambos caminos son denegados por el TSJA, si bien su fallo es recurrible ante el Supremo.

"Es como si nos cayera encima un jarro de agua fría", lamentó ayer Jero Fernández, portavoz de los trabajadores de Fahime sobre el fallo judicial. Los despedidos celebrarán mañana una asamblea en la que decidirán si acuden al Tribunal Supremo. La plantilla mantendrá su calendario de movilizaciones y seguirán adelante con sus concentraciones como la de ayer frente a la consejería de Industria. También quiere recabar el apoyo de los grupos parlamentarios de la Junta General del Principado.