La planta de Arcelor-Mittal en Zumárraga (Guipúzcoa) sucumbió ayer a la presión de la competencia de acero barato que llega desde China, Turquía o Brasil. El gigante siderúrgico anunció el cierre parcial de la instalación, formada por una acería eléctrica y un tren de alambrón, tras "meses en pérdidas". La empresa ofrece recolocar a parte de la plantilla, formada por 325 trabajadores, y trasladar producción a otras factorías vecinas. Asturias podría acoger una parte de esa producción. Éste es el segundo ajuste que la siderúrgica toma en tierras vascas después de que el 21 de enero paralizara de forma temporal su producción a la espera de que el temporal escampe.

Ante la presión de las empresas del sector, la Comisión Europea aseguró que hoy anunciará nuevas medidas para proteger el acero europeo frente a China. Bruselas tiene en marcha ya 37 medidas "antidumping" sobre estos productos. "También se van a proponer medidas políticas para apoyar a esta industria", destacó la portavoz del Gobierno, Mina Andreeva.

Pese al aparente paralelismo de ambos ajustes, los sindicatos temen que estas medidas iniciales tomadas en Zumárraga conlleven el cierre definitivo de la planta. En Sestao la multinacional incluyó a los 335 trabajadores de la factoría en el expediente de regulación de empleo (ERE) que tiene abierto en España desde hace años para afrontar este tipo de bajones en la producción. Sin embargo, en la guipuzcoana se está buscando salida a los empleados mediante recolocaciones en otras plantas del grupo. Una medida que podría afectar a, prácticamente, toda la plantilla, según los sindicatos asturianos.

Lo que no aclaró aún la multinacional es cuánta producción quiere dejar en Guipúzcoa tras lo que calificó como un "cese parcial de actividad", aunque las centrales sospechan que la planta pueda convertirse en un mero almacén.

Arcelor argumenta que Zumárraga acumulaba un "nivel de pérdidas insostenible" y que llevaba varios años muy tocada por la competencia, que había hecho que sus márgenes de negocio se deterioraran en más de un 20% desde 2012 para acá. La planta fabrica alambrón y barras, dos productos que China está exportando desde hace meses a un precio mucho más barato que el que se hace en Europa. Fuentes de la multinacional explicaron que el volumen de palanquilla, el producto intermedio que se usa para la laminación de productos largos, procedente de Oriente se ha "multiplicado por 18 entre 2013 y 2015", lo que ha causado una fuerte caída de las ventas que se acentuó en la recta final del año pasado.

El responsable de las plantas de productos largos de Arcelor en el sur de Europa, Pascal Genest, aseguró que el grupo "no adopta este tipo de decisiones a la ligera". Y añadió que la planta "no puede competir" en las actuales condiciones del mercado".

Asturias podría pillar parte de la producción que se deje de hacer en los próximos días en Zumárraga. Pero eso no sirve de consuelo para los sindicatos asturianos, que aseguraron ayer que van a luchar para intentar que la fábrica vasca no eche la persiana. El portavoz de UGT, Alberto Villalta, criticó que "la reforma laboral española facilita que se adopten este tipo de medidas". También el portavoz de CC OO, José Manuel Castro, se expresó en una línea muy similar. "Sabíamos que Zumárraga tenía problemas, y ya hace unos meses había estado en la cuerda floja y por aquel entonces conseguimos salvar la situación", explicó.

El anuncio cayó como un jarro de agua fría sobre el Gobierno vasco. El portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, aseguró sentirse "contrariado" por lo drástico de la decisión.