La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, pidió ayer estabilidad política "cuanto antes" para animar a los inversores y así generar un marco de "confianza" necesaria para que la economía mantenga su ritmo de crecimiento y se puedan seguir creando puestos de trabajo. La líder de la primera entidad financiera española admitió que el actual entorno tiene consecuencias sobre la economía y los clientes de la entidad.

Otra fuente de preocupación para la entidad es la posible salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), bautizado como el "Brexit", ya que es uno de sus mercados estratégicos. Botín garantizó que el banco cuenta con planes de contingencia por lo que pueda pasar y señaló que están preparados ante esa posibilidad.

En respuesta a los accionistas que intervinieron en la junta general que el banco celebró ayer en Santander, Botín manifestó su preferencia por que Reino Unido permanezca en la UE, pero matizó que se trata de una decisión de los ciudadanos británicos. No obstante, la presidenta del Santander ha admitido que un eventual "Brexit" afectaría al banco, habida cuenta de la contribución del Reino Unido a las cuentas del grupo. Eso sí, insistió en que la entidad podrá afrontar la situación derivada de cualquiera que fuera la decisión final del país británico.

La junta también dio luz verde al nombramiento de la expresidenta de la Sareb, Belén Romana, como consejera independiente. Botín puso en valor la "gran experiencia" de la expresidenta del conocido como "banco malo" en España y Europa, por lo que ha considerado "excelente" la inclusión de Romana en el consejo del banco.