Más de 3.000 personas participaron ayer en una manifestación por las calles de Zumárraga para exigir a ArcerlorMittal que mantenga la planta en esta localidad guipuzcoana. A la protesta se sumaron representantes de los trabajadores de la multinacional siderúrgica en Asturias.

La movilización discurrió durante una hora por Zumárraga y Urretxu, localidades separadas solo por el río Urola, en protesta por la decisión anunciada por ArcelorMittal el pasado martes de decretar el "cierre parcial de la actividad" en la fábrica, que da trabajo a más de 325 personas.

Entre los asistentes estuvieron los alcaldes de los municipios de Zumarraga, Urretxu, Legazpi y Ezkio-Itxaso y otros representantes políticos. Precedida de dos grandes camiones, la marcha discurrió tras una pancarta con la leyenda "Por una política industrial real. Arcelor ez Itxi" y "Mittal destroza nuestras familias" al tiempo que se han coreado gritos de "No es una opción la recolocación", "Dónde está la Administración" y "No somos 300, somos todo el pueblo". Al final del recorrido, un representante sindical leyó un comunicado que responsabiliza a Arcelor de las pérdidas de la planta.

En ese texto se denuncia que la "nula inversión en mejoras" llevada a cabo por la multinacional ha acarreado el "deterioro y, en consecuencia, el cese parcial de la actividad" que puede desembocar en el "cierre absoluto" de la fábrica en Zumárraga.

Los trabajadores manifestaron asimismo su "indignación" por la reacción de algunas instituciones públicas e hicieron llamamiento al Gobierno vasco para que un "máximo representante" se reúna con la representación de la plantilla, que el próximo miércoles se concentrará ante la sede del gobierno vasco en Vitoria.

Los trabajadores mostraron su "más profundo rechazo" a la política económica e industrial que ArcelorMittal lleva a cabo en el País Vasco y "concretamente" en sus plantas de Zumarraga y Sestao, esta última en parada temporal indefinida desde el pasado mes de febrero.

La dirección de ArcelorMittal señaló que el cese parcial de actividad en Zumárraga implica una oferta de recolocación en otras plantas del grupo, incluidas las asturianas de Gijón y Aviles. Hasta que no culmine el proceso de negociación, Arcelor no definirá si existe la posibilidad de que parte de la producción continúe en esa localidad.