El consumo de cemento, uno de los indicadores de la actividad económica, sigue una tendencia declinante desde mediados del año pasado, influido tanto por la desaceleración del crecimiento español desde junio de 2015 como por la ralentización de la economía internacional. En el acumulado de 2015, la demanda de cemento creció en España el 5,3% respecto a 2014, pero este avance refleja una pérdida de pulso a lo largo del segundo semestre (tanto en consumo interno como en exportaciones) dado que en la primera mitad del año el crecimiento interanual había sido del 8,6%. La lentificación del sector (una pérdida de 3,3 puntos de avance en el segundo semestre) se agudizó en enero, en el que incurrió en decrecimiento. Los datos de la patronal sectorial Oficemen reflejan una contracción del 1,1% en enero de este año, con un consumo de 747.416 toneladas, 7.967 menos que en enero de 2015.
El área noroeste, que incluye a Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León, es la que peor comportamiento tuvo en el acumulado del año pasado. Esta zona (Oficemen no desglosa sus datos por comunidades autónomas) mantuvo plano el consumo de cemento, con un avance de apenas el 0,3% en el pasado ejercicio respecto al año anterior. Los mayores avances se registraron en Andalucía (9,9%), Cataluña (7,8%) y la llamada zona centro (Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia, Extremadura y Comunidad Valenciana), que mejoró el 6,8%.
El cambio de tendencia no procede sólo de la desaceleración que registra la economía española desde el segundo trimestre de 2015, sino también de la caída de las exportaciones por una menor demanda internacional. La revisión a la baja por FMI, Banco Mundial, OCDE, UE, BCE, Fed y otros organismos de sus previsiones de crecimiento global para 2016 fue anticipado por el sector cementero desde 2015.
Aunque el consumo total de cemento aumentó en España el 5,3% en 2015 (hasta los 11,4 millones de toneladas), las exportaciones cementeras españolas retrocedieron en el conjunto del las empresas asociadas a Oficemen España vendieron al exterior 9,23 millones de toneladas, casi 423.000 menos que en 2014.
Por áreas geográficas, las que más notaron la caída de las exportaciones fueron las industrias situadas en Cataluña (-9,8%), Andalucía (-8,5%) y el Noroeste (incluida Asturias), con una merma del 7,1. Por el contrario, crecieron las de la zona centro (8,1%) y sobre todo las del área Norte (País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón), que acrecentaron sus expediciones al extranjero el 17,2%. La caída de las exportaciones españolas (también lo hicieron las importaciones) es una mala noticia para el sector, que había hallado en el comercio exterior una vía de escape al hundimiento durante la crisis de la edificación y de la obra pública.
En 2015 la producción cementera española se contrajo en el norte, con caídas del 3,6% en el Noreste y del 2,8% en el Noroeste (Asturias y regiones limítrofes), mientras que avanzó en la zona centro (10,2), Cataluña (1,3) y Andalucía (0,5).
