El Gobierno vasco presentó ayer una estrategia para evitar el cierre de la planta de Arcelor en Zumárraga (Guipúzcoa) aumentando su competitividad con nuevas inversiones. La propuesta incluye una oferta de apoyo financiero a la multinacional para que desarrolle nuevos productos de alto valor añadido, como aceros especiales y otros destinados a la industria del automóvil. El Ejecutivo peneuvista de Íñigo Urkullu aspira a que el recorte de actividad de Arcelor sea menor del previsto y que, con ello, se reduzca también el número de trabajadores a los que se ofrecerán traslados a otros centro o bajas incentivas. Las autoridades regionales pretenden además que la compañía siderúrgica se implique en un plan para llevar inversiones industriales alternativas a Zumárraga.