El banco helvético Credit Suisse ha ampliado el alcance de su plan de ajuste laboral ante los "decepcionantes" resultados financieros, lo que supondrá el recorte de 2.000 empleos adicionales este año, lo que eleva a 6.000 la cifra de puestos de trabajo que pretende suprimir, frente a los 4.000 anunciados en febrero. El objetivo es lograr un ahorro de costes de 1.700 millones de francos suizos (1.557 millones de euros) en 2016, según anunció la entidad financiera suiza.