Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank y presidente de la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias (mayor accionista del banco), renunciará antes del 30 de junio a la presidencia de esta fundación (sucesora de Cajastur) para seguir como primer ejecutivo del grupo bancario, fundado por Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

La norma, emanada de las contrapartidas impuestas por la UE al Gobierno por su petición de ayuda a la Troika en 2012, impuso limitaciones a las antigua cajas, caso del traspaso forzado de su negocio a bancos (salvo para las dos de ámbito local), obligación de convertir tales cajas en fundaciones bancarias (o en meras fundaciones si no ejerciesen un poder mínimo sobre los bancos), penalizaciones en caso de superar el 50% del capital en la entidad bancaria e incompatibilidad entre las responsabilidades en el banco y en las fundaciones accionistas.

Como consecuencia de estas medidas, Menéndez cedió la presidencia de Liberbank y se mantuvo como consejero delegado de Liberbank y presidente de la Fundación Cajastur. El 30 de junio termina el plazo para optar entre estos dos últimos cargos, según la interpretación más rigurosa de la norma que ha acabado imponiéndose. Amado Franco comunicó la semana pasada que cesará en la Fundación Ibercaja y seguirá como presidente de Ibercaja Banco. Y Braulio Medel anunció que cede la presidencia de Unicaja Banco para seguir al frente de la Fundación Unicaja. Menéndez dijo el 15 de febrero en el parlamento regional que tomará la decisión en plazo. Optará por seguir en el banco.