L. GANCEDO
La competencia fiscal entre comunidades, particularmente por las rebajas de impuestos en Madrid, lleva a contribuyentes con alta capacidad económica a mudar su residencia a la capital española. Tales cambios son objeto de seguimiento por el Fisco para evitar fraudes.
¿En qué comunidad se pagan los impuestos?
Depende del tributo. El IRPF y el impuesto de patrimonio se abonan dónde está la residencia habitual del contribuyente. El impuesto de sucesiones se liquida donde ha estado en mayor medida el domicilio del fallecido durante los cinco años anteriores a la muerte. En el caso de las donaciones, si lo que se transmite es un inmueble, se tributa dónde esté situado; si se trata de otros bienes (dinero, acciones...), se paga en la comunidad donde esté el domicilio habitual del beneficiario.
¿Qué se entiende por residencia habitual?
La residencia habitual en una determinada comunidad se presume legalmente cuando un sujeto permanece más de la mitad del año (al menos 183 días) en ese territorio.
¿Qué ocurre en caso de un cambio de residencia para obtener ventajas fiscales?
La comunidades autónomas tienen potestad para investigar si el cambio es real o una mera simulación para pagar menos tributos. Los servicios de inspección, en coordinación con los de la comunidad de destino, suelen recabar testimonios entre los vecinos para saber si conocen al contribuyente. Se indaga también en los movimientos bancarios, en los consumos energéticos y en otros hábitos, como el lugar dónde se acude al médico.
¿Cómo se verifica el cambio?
Si los servicios tributarios del Principado tienen sospechas de fraude, el contribuyente quedará obligado a probar que reside efectivamente en otra comunidad, aportando facturas, movimientos bancarios y testimonios. Es un proceso complejo.
