Los trabajadores de la planta de carril de Arcelor-Mittal en Veriña (Gijón) planean paros en protesta por la supresión de uno de los turnos de trabajo y por la forma en la que se van a recolocar a los afectados. Los sindicatos mantuvieron esta semana una reunión con la dirección de la compañía en la que le manifestaron su malestar sobre como estaban gestionando este asunto. El jueves habrá una asamblea para decidir las medidas de presión a adoptar y se celebrará uno de los primeros paros en el taller entre la una y las tres de la tarde.

La multinacional expuso a mediados de febrero a la plantilla su intención de suprimir uno de los turnos del tren de carril para hacer frente a la dura competencia que llega desde China en forma de acero barato. También tenía previsto tomar una medida similar en alambrón. Se trata, paradójicamente, de dos instalaciones que hasta ahora estaban aguantando bien los golpes que llegan desde Oriente y que tienen una abundante cartera de pedidos. Recientemente ambas instalaciones habían aumentado su plantilla.

Fuentes sindicales aseguran que también hay malestar con la actuación de algunos jefes en la acería LD-III de Avilés y advirtieron que como la situación continúe así podría llegar a haber también algún tipo de protesta.

Mientras tanto, en Zumárraga las negociaciones continúan atascadas. La multinacional entregó este viernes la información económica sobre el estado de la planta, que pretende cerrar, que los sindicatos habían solicitado. Pero no hubo avances sobre la recolocación de los 342 trabajadores afectados, 268 de ellos destinados a las plantas asturianas.