Liberbank analizaría "cualquier operación racional" de fusión o integración que se pudiera plantear, aunque esto "no implicaría que la aceptemos" porque "tendría que tener sentido y ser beneficiosa para los accionistas en primer lugar, que son los dueños del banco, y también para los clientes y los empleados", aseguró ayer Manuel Menéndez, consejero delegado de la entidad, durante la junta general de accionistas, celebrada en Madrid.

Menéndez, que no descartó nuevas operaciones de concentración en el sector, a causa sobre todo de la prolongación durante más tiempo del previsto de la política monetaria europea de tipos de interés ultrabajos, sostuvo, como ya hiciera el 15 de febrero en el parlamento asturiano, que "Liberbank no está manteniendo" conversación alguna para acometer "operaciones de integración". "Analizamos todas las alternativas y tenemos muchos estudios y análisis", pero "Liberbank no es proactivo", precisó, y todo el trabajo se está centrando, explicó, en desarrollar el proyecto propio.

Menéndez realizó estas consideraciones a preguntas de dos accionistas que se interesaron por los rumores sobre la posibilidad de que el sector, acosado por el estrechamiento de márgenes, la desaceleración nacional e internacional de la economía, las crecientes exigencias regulatorias y la competencia de nuevos operadores virtuales, se vea abocado a una nueva ronda de fusiones.

Uno de los accionistas reclamó al consejo que, si se produjera una fusión o si Liberbank fuese objeto de una opa (oferta pública de adquisición) no se admitiera la actual cotización de la acción como precio de la operación. "Es un precio absurdo e increíblemente barato. Resistan las presiones", imploró.

Menéndez sostuvo que en 2015 el precio de Liberbank evolucionó en Bolsa mejor que la media ponderada de los bancos cotizados y que en 2016 el comportamiento está siendo, a la inversa, "peor de forma significativa que el promedio", lo que vinculó a la litigiosidad de las cláusulas suelo, los tipos de interés bajos ("que afectan más a Liberbank por su estructura de balance, con gran peso del negocio minorista") y la incertidumbre económica externa e interna. Menéndez sostuvo que el banco está en un proceso de transformación, pero que esa transición (al igual que las cuatro estrategias en marcha sobre modelos internos de riesgo, de operaciones, plan comercial y plan de sistemas) darán resultado a largo plazo,

Menéndez defendió la legalidad de las cláusulas suelo y rechazó la crítica de Adicae al banco por recurrir las sentencias desfavorables. "Las sentencias las respetamos pero no tenemos por qué compartirlas, y defendemos nuestros derechos con los instrumentos que da la ley". También defendió, al igual que el presidente del banco, Pedro Rivero, la "negociación amistosa" con los clientes con tales cláusulas.