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Mínima conflictividad laboral en Asturias

Las horas de trabajo perdidas por huelgas en 2015 marcaron el nivel más bajo en al menos 25 años, por la ausencia de tensiones graves en la negociación colectiva

La conflictividad laboral retrocedió en Asturias el pasado año y lo hizo hasta situarse en su nivel más bajo en al menos un cuarto de siglo, según la información recogida por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). El desarrollo de la negociación colectiva, sin tensiones graves en los principales sectores que renovaron sus convenios, propició que la repercusión de las huelgas se limitara a 50.000 horas de trabajo perdidas, menos de la mitad que en 2014 .

Los datos que maneja y divulga Sadei proceden de la Consejería de Economía y Empleo del Principado y arrojan los siguientes resultados sobre 2015: se registraron 33 huelgas, con 3.213 trabajadores afectados y 50.000 horas de trabajo perdidas. Este último parámetro es el que con más frecuencia se utiliza para medir el impacto económico de la conflictividad laboral. El volumen de horas no trabajadas por paros laborales es el más bajo de la serie estadística, que llega hasta 1990 y en la que se deja ver una parte relevante del impacto de las convulsiones sociales y laborales de los tiempos de la reconversión industrial. Los años comprendidos entre 1990 y 1996, donde se concentraron recortes profundos en la minería, la siderurgia y la construcción naval, fueron los más conflictivos, con centenares de huelgas y más de 15 millones de horas de trabajo perdidas.

Durante los años de la Gran Recesión (a partir de 2008), Asturias registró también una altísima conflictividad en 2010 y 2012, años de huelgas generales en el conjunto del país que tuvieron un amplísimo seguimiento en la región. Según otros datos del Ministerio de Empleo, Asturias fue la novena comunidad autónoma con más jornadas no trabajadas por huelgas durante 2015, año en el que los conflictos laborales bajaron de manera generalizada en España.

Según las explicaciones recabadas en fuentes sindicales y de la Administración, la menor conflictividad asturiana se explica por el buen clima del diálogo entre empresas y representantes de los trabajadores en ámbitos clave de la economía que actualizaron sus convenios colectivos. El transporte asturiano logró pactar un acuerdo laboral sin que, por primera vez en muchos años, se produjera huelga alguna. También hubo acuerdos y ausencia de conflictos en las negociaciones del metal y del subsector del automóvil, donde asimismo son frecuentes las movilizaciones. Las fuentes citadas expusieron también que en el menor número y repercusión de las huelgas incide asimismo la pérdida de tamaño de la minería y particularmente de Hunosa, donde los niveles de conflictividad fueron antaño particularmente elevados.

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