Las entidades financieras han intensificado sus estrategias comerciales para cambiar hipotecas con cláusulas suelo de sus clientes por otras a tipos fijos, con intereses en torno al 2,5% en incluso inferiores. Esa política se ha acelerado a las puertas de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie sobre este tipo de barreras que los bancos incluyeron en muchos préstamos con el objetivo de protegerse de las bajadas del euribor. El próximo martes, día 26, hay una vista pública en Luxemburgo sobre este asunto y la sentencia se conocerá en pocas semanas.

"Aceptando el cambio de una cláusula suelo a un tipo fijo, el cliente renuncia a reclamar por el dinero que el banco le había venido cobrando de más durante todo este tiempo", señala el abogado de la Unión de Consumidores (UCE) José Antonio Ballesteros. El Tribunal Supremo ha limitado esa retroactividad hasta mayo de 2013 para los clientes que demostraran en un tribunal que la cláusula de su contrato era poco transparente. La alta magistratura justificó su decisión asegurando que ir más atrás podría dañar severamente las cuentas de las entidades financieras del país. Pero la Justicia europea podría obligar a ir al sector a una retroactividad total.

José Antonio Ballesteros asegura que los bancos están siendo muy agresivos en su intento para que los clientes se cambien de forma inmediata a un tipo fijo. "Les presentan gráficas en las que les dicen que los tipos van a subir ya con fuerza el año que viene", señala. Y añade: "Un cambio así puede ser rentable para hipotecas a treinta años, pero no para quien le queden siete u ocho por pagar".