Asturias es la cuarta región (tras La Rioja, Navarra y País Vasco) con saldo presupuestario más favorable hasta fines de febrero, según los datos avanzados ayer por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Sólo cinco comunidades (las cuatro mencionadas más Galicia, todas ellas norteñas) culminaron el primer bimestre con superávit.

Hasta el 29 de febrero, Asturias acumuló un saldo positivo en sus cuentas públicas de 19 millones, equivalentes al 0,08% del producto interior bruto (PIB) de la comunidad. Supone un retroceso del 50% respecto al mismo periodo de 2015, en el que el Principado arrojó un excedente favorable de 34 millones, equivalente al 0,16% del PIB. Los mayores superávits presupuestarios los lograron La Rioja (1%), Navarra (0,56) y País Vasco (0,22), seguidas por Asturias y Galicia, ésta con un saldo del 0,06%.

Al cierre de febrero, las tres administraciones públicas que han sido deficitarias en los últimos años (la central, la Seguridad Social y las comunidades autónomas), y excluidas por lo tanto las administraciones locales, acumularon un saldo negativo de 12.684 millones, equivalente al 1,13% del PIB. Descontado el impacto del rescate bancario, el déficit se situó en el 1,11%. Este déficit es 0,19 puntos peor que el del mismo periodo del año anterior, cuando se situó en el 0,92%.

A la espera de conocer los datos de las administraciones locales (diputaciones, cabildos, mancomunidades y ayuntamientos), que cerraron con superávit los últimos cuatro ejercicios (2012-2015), el conjunto del Estado ha consumido en dos meses el 30,8% del margen de déficit que se ha concedido España para este año. El Gobierno de Rajoy se había comprometido en 2013 con la UE a cerrar 2016 con un descubierto no superior al 2,8%, pero el pasado día 20 decidió ampliar la holgura hasta el 3,6% del PIB, lo que está pendiente de aprobación por la Comisión Europea.

Aunque ni los ingresos ni los gastos fiscales tienen una cadencia constante, y por lo tanto, dos meses (y ambos en el primer tramo del ejercicio) no es un periodo suficientemente significativo, la tendencia al alza que arroja el déficit entre enero y febrero (0,19 puntos de PIB superior al del mismo periodo de 2015) parece dar la razón a la Autoridad Fiscal Independiente (Airef), que anteayer sostuvo que se precisará acometer un ajuste adicional de 4.000 millones (la reducción de 2.000 millones ya la aprobó el Consejo de Ministros el día 15) para que el déficit no supere a fin de año el 3,6% del PIB.

Según Hacienda, hasta febrero la administración central del Estado (incluidos sus diferentes organismos estatales) incurrió en un descubierto de 12.625 millones sin ayuda bancaria (1,12% del PIB), y los fondos de la Seguridad Social arrojaron un superávit de 1.455 millones (0,13% del PIB), lo que supone 0,07 puntos menos que en febrero de 2015.

El único déficit conocido al cierre del primer trimestre completo es el de la Administración central sin sus organismos paralelos. Su desfase fue del 0,78%, 22 centésimas menor que el 0,99% del mismo periodo de 2015.