Sólo dos instalaciones domésticas de autoconsumo eléctrico ubicadas en Asturias se han dado de alta en el registro oficial del Ministerio de Industria. El resto se han quedado al margen de la ley porque la inscripción -cuyo plazo concluyó este mes tras permanecer abierto desde octubre- es obligatoria de cara al futuro pago de los peajes que han sido bautizados por sus opositores como "impuestos al sol".
El Gobierno aprobó hace seis meses el real decreto que regula el autoconsumo eléctrico y que afecta a las instalaciones que están conectadas a la red y que en momentos de intermitencia se abastecen de ella. Quedan excluidas las que ya estaban registradas para el cobro de primas a las renovables y las que están aisladas de la red, como por ejemplo las de muchas cabañas de montaña en Asturias; pero están afectadas incluso las instalaciones conectadas de menos de 10 kW, propias de un autoconsumidor doméstico con placas solares. Estas pueden verter a la red el sobrante de la energía generada pero no pueden recibir retribución económica por ella.
Para instalaciones de menos de 10 kW se han contabilizado en España sólo 36 altas en el registro oficial y ello a pesar de que se estima que hay más de 2.000 instalaciones de este tipo. En Asturias, donde no hay datos precisos del número total existente, se han dado de alta dos instalaciones fotovoltaicas. Una de ellas se encuentra ubicada en Oviedo, cuenta con una potencia contratada de 6,9kW e instalada de 1kW. La otra está ubicada en el concejo de Siero y tiene una potencia contratada de 3,45 kW e instalada de 0,5kW. Ambas están conectadas a la red de Hidrocantábrico.
Para instalaciones de más de 10kW se dieron de alta en el registro 117 instalaciones de autoconsumo, ninguna de ellas en Asturias, y para las denominadas de tipo 2, que tienen un perfil empresarial y en este caso sí pueden vender la energía sobrante no autoconsumida, se contabilizaron 209 altas, dos de ellas en Asturias. En este caso son plantas de cogeneracion, una de ellas de biogás, que está ubicada en Tineo y tiene una potencia instalada de 248kW y otra de energías residuales que está en Corvera y que tiene una potencia instalada de 7.200kW.
Tanto la patronal de cogeneración, Acogen, como la de empresas fotovoltaicas, Unef, han destacado que la inmensa mayoría de las instalaciones de autoconsumo eléctrico se han quedado fuera de registro obligatorio. La falta de inscripción, que puede originar multas millonarias, ha sido vinculada con la falta de información precisa, la obligatoriedad de instalar contadores, la disparidad de protocolos de las empresas distribuidoras de energía y la falta de respaldo parlamentario (sólo tiene apoyo del PP), que aumenta las posibilidades de que el decreto sea derogado. "Muchos han decidido esperar a un nuevo Gobierno", señaló Paco Ramos, miembro de la comisión de Energía de Ecologistas en Acción.
El real decreto vigente obliga a los autoconsumidores conectados a contribuir en la parte fija de su contrato, que es la del término de potencia, con los costes regulados del sistema eléctrico, entre ellos los gastos extrapeninsulares, los incentivos a las renovables, la interrumpibilidad o los pagos por capacidad. En cuanto a la parte variable, que es la correspondiente a la energía autoproducida, también se obliga a contribuir a los costes del sistema eléctrico. Esta medida ha generado polémica y ha sido tildada como 'impuesto al sol' después de que el ministerio rechazara la aplicación del llamado balance neto por el cual a los titulares de las instalaciones se les descontaría la electricidad que vierten a la red. En todo caso, el reglamento exime provisionalmente a los autoconsumidores de pagar los costes regulados en la parte variable de su contrato cuando tengan una potencia contratada inferior a 10 kW.
