La consecución en Bolivia de tres contratos por un importe de 1.050 millones de euros, al 50% con la compañía alemana Siemens, refuerza la proyección internacional de la ingeniería gijonesa TSK. La compañía está ejecutando proyectos en 35 países de cuatro continentes.

El contrato de Bolivia (donde TSK opera desde hace casi un lustro) le supondrá 500 millones, el mayor de su historia, pero, más allá del impulso a su carga de trabajo, le reportará mayor implantación en el sector energético, que representa el 68% de su contratación (el 32% procede de medioambiente, industria y operación y mantenimiento de instalaciones); una mayor proyección global y una alianza que espera venturosa con Siemens.

El consejero delegado de TSK, Joaquín García Rico, explicó desde Dubái que con esta adjudicación TSK refuerza su implantación en el sector de la energía, en el que la empresa lleva construidos más de 10.000 megavatios de potencia con diferentes modalidades y tecnologías; acrecienta su implantación en Hispanoamérica (ha ejecutado proyectos en Brasil, México, Venezuela, Chile, Perú, Colombia, Nicaragua, Honduras, Guatemala y Bolivia, y tiene filiales en Nicaragua, Brasil, Venezuela y Chile); y le vincula a Siemens y a la posibilidad de "acceder" con el grupo alemán "a nuevas oportunidades en multitud de países".

En los últimos cuatro años (2011-2015) TSK, como otras ingenierías, relanzó su internacionalización por la caída de la demanda en España y por vocación global. En este tiempo el negocio en el exterior pasó de suponer el 71% de su volumen de facturación a representar el 97%. "La elevada proyección internacional ha permitido a TSK sortear las dificultades del ciclo económico", dijo García Rico.

Con datos de 2014, África aporta el 31% del negocio de la empresa; América, el 23; Asia, el 19; Oriente Medio, el 17 y Europa, el 10.

La creciente proyección exterior le permitió aumentar su facturación el 130% entre 2011 y 2015 (pasó de 348 millones a casi 800) y acrecentó el empleo el 53%: hace cuatro años tenía 735 asalariados y hoy está en 1.128.

En ese plazo, el peso de los ingenieros en la plantilla saltó del 30% al 55%. El grueso de la contratación nueva procede de esta especialización. Y TSK imparte un máster en ingeniería y gestión de proyectos en su escuela de formación interna.

En lo que va de 2016 ha contratado por valor de más de 700 millones en Latinoamérica, Oriente Medio y África; su cartera de pedidos ha pasado -con los de Bolivia- de 1.500 a 2.000 millones y espera superar este año "con creces" las ventas de 2015. El año pasado ganó (dato pendiente de auditoría) 80 millones antes de impuestos.

TSK se adjudicó desde 2015 algunos de los proyectos solares más importantes del planeta, casos de una planta fotovoltaica en Dubái de 260 megavatios, un complejo solar en Kuwait compuesto por una planta termosolar de 50 megavatios y una planta fotovoltaica de 10 y la mayor planta solar de Jordania (120 megavatios), así como un central geotérmica en México de 25 megavatios, entre otros contratos. Recientemente puso en marcha sendas plantas de generación en Marruecos (solar) y en Mozambique (gas natural) y próximamente inaugurará el proyecto de Bockpoort (Sudáfrica), una central termosolar con espejos parabólicos y 50 megavatios.

García Rico considera como fortaleza del grupo la combinación de "tecnología propia, ingeniería y gestión de proyectos", junto con "soluciones en un amplio espectro de sectores" y "un servicio técnico integral".