La economía asturiana crecerá el 2,1% este año y el 2,3% el próximo, según la estimación adelantada ayer por el servicio de estudios del BBVA, lo que, de confirmarse, situará a Asturias como la región que menos creca este año y la segunda con menor impulso el próximo, sólo por delante en 2017 de Galicia.

El crecimiento asturiano será inferior, por lo tanto, al de 2015 (entonces avanzó el 3,1%, sólo una décima menos que el promedio español), dado que el avance asturiano (al igual que el español) se desacelerarán este año, de acuerdo con lo que está ocurriendo en Europa y en otras grandes áreas económicas del planeta. El BBVA mantiene para España la expectativa de que crezca el 2,7% en 2016 y lo mismo en 2017 frente al 3,2% que avanzó el PIB nacional en 2015. Esta previsión se sitúa en la banda de consenso de los analistas sobre España. Ayer Funcas ratificó su previsión de un crecimiento español del 2,7% en 2016 y una ralentización mayor, hasta el 2,3%,en 2017.

Para España la OCDE prevé crecimientos del 2,7% y 2,5% para ambos ejercicios; la Comisión Europea estima que serán del 2,6% y 2,5%, y el Gobierno español, tras la rebaja de su previsión en abril, se mueve en el 2,7% este año y 2,4% el que viene.

Para Asturias, el BBVA prevé no sólo una desaceleración sino también que amplíe su divergencia respecto al promedio español al situar el progreso del PIB asturiano 6 décimas por debajo del crecimiento nacional esperado por el BBVA para este año y 4 décimas (dos menos de divergencia) en 2017.

Entre las causas que explican que vuelva a ampliarse la brecha de crecimiento regional, el servicio de estudios que para las economías avanzadas dirige Rafael Doménech apunta a una mayor dinamismo en el Este español y las islas por el empuje del turismo (lo que ya se verificó en los datos del primer trimestre) mientras que en 2016 la desaceleración internacional está atenuando las exportaciones (algo más débiles de lo esperado), lo que resta crecimiento a País Vasco y al Noroeste, incluida Asturias.