Trece miembros del comité laboral de Orovalle, la compañía minera que extrae oro, plata y cobre en Belmonte de Miranda, iniciaron ayer un encierro indefinido en las instalaciones de la compañía en El Valle-Boinás para exigir la readmisión de diez trabajadores despedidos hace tres semanas.

La última reunión negociadora con la dirección de la compañía se produjo anteayer sin que llegara a un acuerdo.

En el encierro participan representantes de las cuatro secciones sindicales, pertenecientes a CC OO, UGT, CSI y USO.

Las dos partes habían negociado mediante la mediación del Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (SASEC) y prosiguieron los contactos, aunque ayer se dieron por fracasados.

El comité dijo ayer que permanecerá en asamblea permanente y que "hasta que la dirección responda adecuadamente a las peticiones demandadas", y aseguró que no descarta "la adopción de otras movilizaciones más contundentes de forma inminente".

Orovalle da empleo a 350 personas en su explotación de El Valle-Boinás, en Belmonte de Miranda, y además mantiene latente pero inactiva la mina de Carlés, en Salas. Orovalle Minerals es filial de la compañía canadiense Orvana Minerals, con explotaciones mineras en Asturias y en Bolivia.