España y Asturias encadenaron en abril cuatro meses con el índice de precios al consumo (IPC) en tasas negativas (-1,1% interanual en ambos casos), haciendo notar en primer lugar que la política monetaria ultraexpansiva del Banco Central Europeo (BCE) sigue lejos de sus objetivos: acercar la inflación al 2% en la región monetaria, donde ahora está como media en el -0,2%. Pero los resultados conocidos ayer de España y de Asturias muestran también que no existe por el momento una caída generalizada y sistemática de los precios propia de un escenario de deflación, temida por sus efectos destructores sobre la actividad económica y el empleo. Desde la óptica del consumidor, la letra pequeña de la inflación muestra que en Asturias conviven situaciones favorables, como un descenso pronunciado de los recibos de la luz y del gas, con malas noticias, como el encarecimiento intenso de algunos productos y servicios de primera necesidad.

La luz y el gas. Una inflación negativa puede ser reflejo de la falta de ímpetu en el consumo y en otros capítulos de la actividad económica, aunque de los resultados conocidos ayer se infiere que la explicación del bajo índice general de precios sigue estando principalmente en el abaratamiento de los suministros energéticos. Según la información que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) para elaborar el IPC, el precio de la luz es el 18,3% más bajo que hace un año y el gas, el 13,2%. Ello explica que sean los gastos asociados a la vivienda los que más se han abaratado. Por estas mismas fechas de 2015, la factura eléctrica estaba subiendo.

El coche. Pese a los incrementos de las últimas semanas, los carburantes de automoción siguen más baratos que un año atrás. De ahí que el precio del transporte haya bajado el 4,9% en Asturias desde abril de 2015, según el INE. La cuenta incluye básicamente el abaratamiento del combustible para quienes se desplazan en sus coches particulares, así como una cierta moderación en el precio del billete del transporte público interurbano. El billete del bus urbano se ha mantenido estable.

La telefonía. Los resultados del IPC vienen a certificar el cambio de ciclo en los precios de los servicios de telecomunicaciones. Las tarifas de telefonía movil y de internet de banda ancha se habían mantenido estables durante 2015, tras varios años a la baja en un contexto de gran competencia en el sector y estrechamiento de los margenes comerciales de las operadoras. Varias de las principales compañías anunciaron este año revisiones al alza de sus tarifas que se han empezado a notar en el recibo. Según el INE, los precios de las comunicaciones (epígrafe que comprende también los servicios de Correos) están subiendo a un ritmo interanual del 3,4% en Asturias, análogo al promedio nacional.

Pescado, patatas y aceite. La tasa general de inflación está en negativo, pero la cesta de la compra se encarece. La comida es el 2,3% más cara que hace un año en Asturias (la tercera mayor subida de España, por detrás del 2,5% registrado en La Rioja y el País Vasco).Ese resultado se explica por la escalada en los precios de tres grupos de alimentos: el pescado, un 10% más caro como media que a la misma altura de 2015; la patatas, que se han disparado el 18,4%, presumiblemente por la baja cosecha en algunas productoras de España, y el aceite, que por motivos análogos cuesta el 14,8% más que hace un año. En cambio, sigue bajando la leche (-1,5%) y lo hace también la carne de cerdo (-1,8%) y el pollo (-0,4%).