El secretario general de UGT, el asturiano Pepe Álvarez, afirmó ayer que aspirar a que cuando finalice su mandato en 2020 cada trabajador entienda que "cada vez que se le quita una subvención a un sindicato, se le está quitando un derecho a él". En su primera visita a Murcia para clausurar el decimocuarto congreso regional del sindicato, Álvarez declaró que cuando un sindicato pierde una aportación de una administración pública tiene menos capacidad para dar respuesta técnica o jurídica a un problema laboral, porque "en realidad trabaja para todos y solo está financiado por quienes están afiliados".

En relación con este asunto, comentó también que va a llevar "hasta el final" su compromiso por la transparencia para que a cada euro público que entre al sindicato se le pueda seguir el rastro "en tiempo real" a través de la web de UGT para que la gente sepa "en qué gasta el dinero que se convenía con las administraciones".

Tras indicar que pretende un sindicato con menos burocracia, más ágil y cercano a los trabajadores y con más capacidad para dar respuesta a sus problemas, ha reiterado su exigencia de que se aborde con urgencia la solución a los problemas de desempleo del colectivo de los mayores de 55 años y de los jóvenes.

Para los primeros, propuso el establecimiento de un "puente para la jubilación", pues, tras cotizar 35 a la Seguridad Social, "por culpa de una crisis en la que no han participado, se ven en el desempleo y van a ver mermada su pensión de manera dramática si no se hace nada para remediarlo". Para los jóvenes, Álvarez defendió contratos de relevo para cubrir jubilaciones parciales de los mayores de 60 años.