La mano de empresarios o directivos de origen asturiano establecidos fuera de la región aparece detrás de las principales inversiones extranjeras que recalaron en Asturias en las últimas décadas. El papel de German Lastra, directivo de Du Pont nacido en Lugo pero con raíces asturianas, fue clave para que la multinacional desembarcara en Asturias en los años 90. Fue crucial también el protagonismo del gijonés José Luis Álvarez Margaride, ya fallecido, para que Thysssenkrupp se instalara en Mieres, y otro tanto puede decirse del papel del mierense José María Villanueva en las inversiones de Rioglass. Más recientemente, el empresario astur-mexicano Antonio Suárez, propietario del gigante conservero Grupomar, apostó por la industria regional al encomendar al astillero Armón contratos millonarios para renovar su flota atunera y a Mivisa el suministro de chapa para envases.