El canario Juan Verde es asesor económico y político. Fue codirector internacional de la campaña para la reelección de Barack Obama y luego asesor suyo. Ahora ayuda a Hillary Clinton. El lunes impartió una conferencia en la Cámara de Comercio de Valencia y hoy intervendrá en Oviedo en un desayuno informativo organizado por la asocuación Asturias punto de encuentro. Hablará de "La innovación y el uso efectivo de la tecnología".

-Crecen las voces que aseguran que el capitalismo está en jaque. ¿Habrá mate?

-El capitalismo está en un momento de transformación y transición a un modelo mejor. Pero no es un jaque mate, en absoluto. Es un final al modelo actual que no siempre toma en consideración el bien de la inmensa mayoría de la población y tiene imperfecciones que premian a unos pocos sobre muchos. Pero es una oportunidad. Al capitalismo le ocurre como a la política: los partidos tradicionales, y los empresarios tradicionales que aún piensan a corto plazo, son los que van a desaparecer.

-Por tanto, un nuevo enroque más que un jaque mate.

-Sí, tiene que reinventarse y mejorar. Pero yo no conozco otro sistema mejor que el capitalismo para promover un desarrollo económico y una prosperidad como las que ha desarrollado. Ahora bien: no puede seguir siendo como hasta ahora.

-Algunas de las tendencias de la nueva economía son explotar, abaratar, precarizar y aprovecharse del excedente de titulados universitarios. A veces, el panorama es desolador.

-No estoy de acuerdo con ese planteamiento. Que eso ocurra no significa que sea lo único que ocurre. Puedo hablarle de planteamientos de innovación, de emprendimiento social, de generar empleo, de prosperidad. Para todo lo que dice hay una respuesta. ¿Quiere decir que la innovación es sinónimo de todo eso?

-No. Sólo enumeraba algunas desgracias de nuestra economía.

-Es que no hay sistema perfecto. Ahora está aflorando todo lo malo que tiene el sistema. Sin embargo, la respuesta no puede ser eliminarlo por que tenga componentes negativos. Creo que el sistema económico actual tiene cosas buenas. En teoría debería fomentar la meritocracia, que significa que no importa quién eres, ni tu apellido ni el dinero que tienes, sino cuánto estás dispuestos a dar por tu proyecto o la pasión que sientas por lo que haces. O que se creen las condiciones para que florezcan la innovación y el espíritu emprendedor.

-"Soñar es Poder", se titula su libro. ¿En qué debe soñar un "nimileurista" con carrera y máster?

-En mi libro hablo de personalidades con las que he tenido la fortuna de trabajar, como Al Gore, Barack Obama, Hillary Clinton, Bill Clinton o el senador Kennedy. Todos ellos tienen tres denominadores comunes. Primero, sienten pasión por lo que hacen, algo importantísimo para decidir en qué quieres soñar y qué quieres hacer con tu vida. Segundo, son personas que asumen riesgos y no tienen miedo al fracaso, y ésa es una clave importantísima para un joven mileurista a la hora de decidir qué va a hacer con su vida.

-¡No es un rasgo habitual no tener miedo al fracaso!

-La sociedad actual tiene un problema muy severo: no tiene una cultura que promueva que la gente joven asuma riesgos. En este país, tú fracasas y acarreas un estigma de perdedor durante el resto de tu vida. En otras sociedades se considera que debes asumir riesgos de joven, no cuando tengas setenta años. Es un problema cultural. Pero también de regulación. En EE UU, si tú te arruinas, las instituciones financieras están obligadas a hacer borrón y cuenta nueva a los siete años. Te permiten volver a levantarte.

-¿Y el tercer rasgo de los líderes que ha conocido cuál era?

-Son personas que están pensando siempre en formas de devolverle a su comunidad, a la sociedad, al mundo. Por romántico que parezca, eso le aporta significado a la vida. Así que yo no sé la respuesta a qué debe hacer un mileurista. Pero quizás en esas tres ideas halle una guía.

-La corrupción que ha sufrido España, ¿qué desafío plantea a nivel de imagen y de fondo?

-Es un problema muy serio. La corrupción es un cáncer muy ligado a la falta de transparencia en la financiación de partidos y a la falta de participación más allá de estas organizaciones. Pero no vale decir que todos los políticos son corruptos y por eso no entro en política o no voto. Ésa es una visión miope y cobarde. Porque la política sigue siendo la forma más efectiva de cambiar las cosas. Y porque si no te metes tú o no votas, otro se meterá o decidirá por ti.

-Usted reclama sostenibilidad. ¿Los empresarios miran a veces por la sostenibilidad de su cuenta corriente más que por la sostenibilidad del medio ambiente y el sistema?

-Sus preguntas son negativas. No estoy de acuerdo. No creo que todos los empresarios estén pensando en la sostenibilidad de sus cuentas corrientes. Hay empresarios así, seguro. Pero mi discurso habla de todo lo contrario: el empresario inteligente es aquel que tiene una visión de negocio a largo plazo. Eso implica ser sostenible, en el modelo de negocio y en la forma de interactuar con el planeta y los ciudadanos. La lucha contra el cambio climático responde, primero, a un sentido económico. Y luego, ético y moral. Desde el punto de vista económico tiene sentido apostar por los retos de mañana. Habremos de vivir en un mundo de bajas emisiones, lo que obligará a avances tecnológicos y soluciones a estos retos, que crean una gran oportunidad de negocio. El 93% de personas compraría un producto ecológico al mismo precio que otro que no lo sea. ¿Qué mayor incentivo empresarial que ése?

-¿Qué hace especial a Hillary Clinton con respecto a Obama?

-Si Hillary Clinton llega a la presidencia lo haría con muchísima más experiencia. Sería la persona mejor preparada. Ha sido ministra de Asuntos Exteriores, senadora, primera dama, activista de diferentes causas sociales. Sería, una vez más, una persona brillante e inteligente que llegaría a la Casa Blanca. Sería, además, una opción mucho más apropiada que Donald Trump para Estados Unidos y para el mundo entero. Lo que propone Trump es preocupante: salir de las organizaciones multilaterales o cuestionar los tratados de comercio a nivel mundial.

-¿Qué clave necesitan los europeos para entender que Trump pueda alcanzar la Casa Blanca?

-La misma clave que se necesita para entender el fenómeno de Le Pen o el de Podemos: hay un gran porcentaje de la población que está harta de los sistema políticos que no permiten la participación, que no dan oportunidades a los jóvenes o a otros segmentos de la población que no se sienten representados.