"La consolidación del sector está por venir y vendrá, y en ese proceso Capsa debe ser ganadora", dijo anteayer José Armando Tellado, director general de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), la filial industrial de Central Lechera Asturiana (Clas) que elabora los productos lácteos con las marcas Central Lechera Asturiana, Larsa, Ato y otras.

La consolidación es la concentración del sector. Capsa da por hecho que la industria láctea española va a sufrir, antes o después, un proceso de reducción del número de operadores, bien por la vía de las fusiones, las adquisiciones o la desaparición de actores. Y es en este contexto donde plantea que debe ser uno de los grupos supervivientes.

El vaticinio de que la industria láctea (en particular, la de la leche líquida, con menor margen y basada en el volumen) está abocada a una simplificación no es nuevo. Se fundamenta en lo que ya ocurrió en otros países, donde es habitual que el mercado se lo disputen sólo dos grandes operadores.

La apreciación también se basa en la progresiva concentración del sector de la gran distribución comercial. Ya hubo concentración de hipermercados y el año pasado empezó la de los supermercados. Y ambas tendencias no se dan por concluidas. Que las grandes superficies converjan (o pacten alianzas de compra conjunta a proveedores, como ya empezó a ocurrir) supone que el poder de mercado se incline cada vez más del lado del distribuidor.

Tellado apuntó anteayer además el crecimiento de las cadenas de tiendas de bajo precio o que privilegian a las marcas del distribuidor frente a las del fabricante.

Todo esto supone una presión de márgenes sobre la industria, agudizada desde hace más de un año por la suma de siete factores perversos: el abaratamiento mundial de las materias primas, el veto ruso a las importaciones lácteas europeas como respuesta a las represalias occidentales a la política exterior de Moscú, la desaceleración de China y la minoración de sus importaciones de leche y derivados, la menor demanda de lácteos de importación por los países productores de petróleo a causa de sus déficits externos por el desplome del precio del crudo (ahora en vía de recuperación parcial), la ralentización global y el fin de las cuotas lácteas europeas, lo que disparó en la UE la producción de leche en origen. A esto se suma una caída de consumo lácteo en España del 27% por habitante desde 2006.

Capsa pretende salir de esta tenaza ganando cuota de mercado -lo que siguió ocurriendo en 2015 en casi todas las categorías de producto en las que opera (véase gráfico)- , exportando (su objetivo es vender 100 millones de litros en el exterior en 2019) y con nuevos productos.