La dirección de Liberbank y una mayoría de la representación sindical en el grupo bancario alcanzó ayer un acuerdo en Madrid sobre el plan de recorte de empleo planteado por la empresa. El pacto fue firmado por UGT, CC OO, CSIF y CSICA.

Liberbank accedió, como habían pedido algunos sindicatos -caso de CSIF, UGT y Apecasyc-, a ampliar a los empleados nacidos en los años 1963 y 1964 su oferta de excedencias laborales voluntarias renovables año a año hasta alcanzar la edad de prejubilación. Hasta ahora esta vía de salida sólo la había formulado la dirección de la entidad para los nacidos entre el 1 de enero de 1959 y el 31 de diciembre de 1962.

A su vez, la entidad bancaria también accedió a la reclamación sindical -que había planteado al menos CC OO- para que se reabriera esta oferta de bajas voluntarias a los trabajadores nacidos en 1956, 1957 y 1957 que no se adhirieron el año pasado al plan de bajas voluntarias que planteó entonces la empresa de forma bilateral con cada trabajador y por la cual este año abandonarán el banco 500 trabajadores que sí aceptaron la propuesta.

La oferta de excedencias o suspensiones de contrato hasta que el trabajador alcance los 63 años supone que los empleados que decidan acogerse a ella de forma voluntaria serán remunerados durante el periodo de excedencia con el 60% de su salario bruto (entre el 75% y el 80% del neto). Son las mismas condiciones que ofreció el grupo en su plan de bajas incentivadas de 2015.

Según cálculos sindicales, estas dos medidas, de encontrar una acogida amplia entre los colectivos laborales concernidos, permitirá que la totalidad del ajuste previsto por el banco (reducción de 979 puestos de trabajo) podrá hacerse por esta vía sin necesidad de recurrir a rescisiones de contrato. El sindicato CSIF calculó que los trabajadores nacidos entre 1959 y 1964 más el centenar de empleados de los años 1956 a 1958 que no se acogió al plan de bajas del año pasado suman un colectivo de 1.090 personas, 111 más que las 979 bajas que se planteó la dirección de Liberbank como objetivo, de las que 171 corresponderían a Asturias.

En todo caso, el banco que lidera la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias mantendrá en paralelo su anunciada oferta de rescisiones voluntarias de contrato (despidos pactados) para el resto de los trabajadores que pudieran estar interesados en causar baja de forma voluntaria. Quienes lo hagan recibirán una compensación económica equivalente a 30 días de salario por año trabajado con un máximo de 20 meses mensualidades. La cuantía total no podrá superar los 120.000 euros. Estas condiciones son las mismas que ofreció la empresa al inicio de la negociación.

Según medios sindicales, la empresa se comprometió a garantizar la protección de las condiciones pactadas con los trabajadores que se acojan a las suspensiones de empleo (excedencias), de forma que no puedan ser modificadas o revisadas si se produjese la eventualidad de que el banco protagonice o sea objeto en el futuro de operaciones corporativas (opas, fusiones o adquisiciones) o cambios de propiedad. Este extremo es una de las mayores exigencias sindicales, dado que la excedencia del colectivo que abandone el banco deberá ser renovada anualmente. También se convino en blindar al colectivo que cause baja con esta oferta para que tampoco pueda ser objeto de rescisiones de contrato o de otras medidas de regulación de empleo si el banco aplicase en el futuro algún ERE o ERTE adicional, dado que los empleados que se acojan a las excedencias seguirán vinculados laboralmente a la entidad por más que ambas partes renueven cada año la suspensión contractual hasta que el trabajador cumpla 63 años.

La redacción de estas garantías para blindar a los trabajadores que se acojan a la oferta de excedencias fue uno de los principales caballos de batalla en el tramo final de la negociación y supuso la demora de la firma hasta las 20.30 horas de ayer cuando ya había un acuerdo amplia a las 14 horas.

Como consecuencia de la ampliación del colectivo laboral susceptible de acogerse al plan de excedencias, el periodo de ejecución de las bajas, que estaba previsto culminar el 30 de junio de 2017, se ampliará hasta el 31 de marzo de 2018, con el fin de que las salidas sean escalonadas.