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Autobuses más ligeros que ahorran combustible

Carrocerías Ferqui incorpora en sus vehículos un acero de menor peso y mayor flexibilidad que permite también ganar en seguridad

El nuevo centro de I+D de la compañía, ubicado en Noreña. MIKI LÓPEZ

En poco más de un año y por mandato de la Unión Europea (UE) los autobuses de pequeño tamaño deberán contar con medidas adicionales para proteger a los pasajeros en caso de vuelco. Lo que podría parecer un problema para los fabricantes, la empresa asturiana Carrocerías Ferqui lo ha convertido en una oportunidad para mejorar sus vehículos. Su departamento de I+D, formado ahora por seis personas pero con vistas a ampliar plantilla en breve, se puso a trabajar con el Instituto Tecnológico de Materiales (ITMA) y tras darle muchas vueltas dieron con una solución que consiste en fabricar estos autobuses con un acero mucho más ligero, más flexible, menos grueso y más seguro. Lograron matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, cumplieron al dedillo con la exigencias de Bruselas y, por otro, consiguieron que sus autobuses pesaran menos, con lo que consumen menos combustible y, por lo tanto, gastan menos.

La I+D se ha convertido en el corazón que bombea la actividad de esta compañía familiar que va por su tercera generación y para la que trabajan 140 personas. "Todo el día estamos innovando", asegura Blanca Esther Fernández, consejera delegada de la empresa. De hecho, en breve tienen previsto abrir su propio centro tecnológico en una nave industrial de Noreña, a unos cientos de metros de donde realizan su actividad productiva. El equipo de investigación tendrá más sitio para dar rienda suelta a sus ideas y desarrollar los prototipos de forma más desahogada.

"Vamos a contratar a nuevos diseñadores e ingenieros, nuestro objetivo es el de invertir mucho en I+D durante los próximos años, ahora mismo si quieres competir en este sector tiene que ser así", asegura Fernández. Y es que la competencia en el sector es feroz y el objetivo es siempre el mismo, que los vehículos sean más ligeros sin necesidad de que se reduzcan las plazas del interior y que consuman mucho menos. Todas esas piezas deben encajar. "La ligereza es clave", apunta Fernández.

Y con esa idea en la cabeza se pusieron a trabajar y sacaron adelante el proyecto bautizado como "light bus" para instalar un acero más ligero en los 240 miniautocares que salen de sus instalaciones en Noreña cada año. Según aseguran, tardaron relativamente poco en acertar con el material, sólo necesitaron unas pocas pruebas. Se trata de un tipo de acero llamado DP 800 y que se fabrica en Valencia.

"Es más resistente y elástico que el que veníamos utilizando, da mucha seguridad porque tiene una alta resistencia y es muy difícil de romper", señala Teresa Fernández, consejera de la empresa y directora del departamento técnico. "La reglamentación lo que pide es que si vuelca el vehículo el hierro no puede invadir más de unos ciertos grados el habitáculo del pasajero para que haya una mayor seguridad", añade. Su primer objetivo era conseguir superar esa nueva reglamentación europea sin necesidad de aumentar el grosor de los vehículos. Incrementar el ancho de las paredes del autobús hubiera supuesto haber tenido que reducir el número de plazas. A más tonelaje, mayores son los costes de producción y más restrictiva es la ley sobre los ocupantes que pueden ir en el interior.

La competencia

Estos nuevos diseños y avances en innovación le están permitiendo a Carrocerías Ferqui competir en un sector donde la presión de las grandes compañías es voraz y el mercado es internacional. "Tenemos mucha competencia de los países del Este, de empresas que usan materiales peores pero que bajan mucho los precios", se lamenta Blanca Esther Fernández.

Todos los años acuden a varias ferias internacionales para intentar captar nuevos clientes. Antes de que la crisis estallara en España exportaban el 80% de sus miniautobuses y, el resto, un exiguo 20%, se quedaba para el mercado local. Tienen una alta presencia en Europa por proximidad. "Este producto si lo quieres vender a países que estén más lejos es más caro", apunta Teresa Fernández. Pero con el estallido de las dificultades económicas han seguido justamente el camino contrario al que de otras muchas compañías, se centraron en hacer que sus ventas crecieran en España. Y lo han conseguido. Pisaron con tanta fuerza el acelerador de su labor comercial dentro de España y el país ya supone el 60% de su facturación. Fue un vuelco total.

De todas formas el mercado internacional sigue siendo clave. De hecho, hace ocho años abrieron una factoría en Turquía desde donde abastecen al mercado de esa parte de Europa, prioritaria para ellos. "Esa factoría la hicimos con la intención de competir con los vehículos escolares en esa parte de Europa, porque las empresas rivales nos estaban ganando terreno", señala Esther Fernández. "El mercado turco y el rumano están creciendo mucho y queríamos entrar ahí", afirma la consejera delegada de Carrocerías Ferqui.

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