Carlos Durán, nacido en Madrid hace 45 años, lleva un lustro como director regional de Banco Popular en Asturias. Según datos de la entidad que preside Ángel Ron, el Popular tiene una red de 37 oficinas en la región y una cuota de mercado del 19% en banca de empresas y del 6% en particulares. En esta entrevista, Durán sostiene que la recuperación económica es consistente y que Asturias está bien enganchada a ella.

-¿Qué posición comercial tiene el Popular en Asturias?

-Somos un elemento activo dentro de la economía regional, con una cuota de mercado muy por encima de la que nos correspondería teniendo en cuenta la capilaridad que tienen otras entidades. Tenemos una presencia muy relevante en banca para las empresas. Las principales firmas asturianas son nuestros clientes y tenemos un componente muy importante de pymes. Somos por ejemplo el banco del comercio en la región desde hace más de un cuarto de siglo a través de los acuerdos con la Federación Asturiana de Comercio.

-¿Cómo se ve desde el negocio bancario el tono de la economía asturiana?

-El empresario asturiano es profesional, responsable, tenaz y con una alta dosis de resilencia. Todo ello ha ayudado a aligerar el impacto de la crisis y da un potencial tremendo de cara al panorama de recuperación económica en el que estamos y que se irá consolidando día a día. La globalización y la internacionalización son cuestiones que han asumido perfectamente las principales empresas asturianas. Prueba de ello es nuestro sector de los astilleros o el de la ingeniería y otros en los que hay una capacidad y potencial de crecimiento que va a continuar desarrollándose en los próximos años.

-Pero el crecimiento y la creación de empleo son más tibios que en otras regiones...

-Tardamos más que otras comunidades en sentir el efecto del deterioro económico y ciertamente también estamos tardando un poquito más en alcanzar los ritmos de recuperación de otras zonas. Pero contamos con un sector servicios con una capacidad tremenda de afrontar el tirón del consumo que sin duda va a tener lugar a medida que aumente la confianza. Y tenemos empresas industriales potentes, preparadas, con equipamiento de última generación y con profesionales y gerentes muy cualificados.

-¿La recuperación es consistente?

-La economía se suele mover por círculos virtuosos o viciosos. Hemos entrado ya el círculo virtuoso y a medida que vaya estabilizándose el panorama económico y también el político se consolidará la recuperación. Estamos creciendo más que la mayoría de los demás países europeos.

-Asturias es una región con un buen balance financiero: más depósitos que créditos por pagar y un sector privado menos endeudado que los de otras regiones. ¿Hay demanda solvente de crédito en cantidad relevante?

-Siempre es muy controvertido hablar de demanda solvente. Creo que lo que podemos hablar ya es simplemente de demanda. Es difícil que no sean solventes las empresas que han conseguido atravesar esta travesía del desierto. Es cierto que aún estamos en un proceso de desapalancamiento, de desendeudamiento del sector privado. De alguna manera, la demanda aún no está al nivel que todos quisiéramos, pero vamos en esa dirección.

-El escenario de tipos de interés ínfimos e incluso negativos está socavando la rentabilidad de la banca. ¿Vuelve a estar en jaque el sector español?

-A día de hoy no hay ninguna duda sobre la solidez del sistema financiero de este país. Acabamos de recibir la visita de la supervisora jefe del Banco Central Europeo (Danièle Nouy) y así lo ha ratificado. La banca española no genera ningún tipo de problema al respecto. Es cierto que es muy difícil conseguir un rentabilidad en un contexto de tipos mínimos como el actual, pero será más para las entidades que no tienen la ventaja competitiva que tenemos en el Popular: un modelo de negocio único, de difícil imitación a corto y medio plazo, porque llevamos décadas dedicándonos a ello. El 83 por ciento de nuestro beneficio procede de negocio recurrente y el 70% de nuestro crédito está en pymes. A partir de ahí, tenemos la mejor cuenta de explotación y el mejor margen de intereses de todo el sector.

-Aún así el Popular ha recurrido a una ampliación de capital de 2.500 millones...

-Es una decisión que forma parte del nuevo plan estratégico de la entidad, que pretende normalizar la generación de beneficios y de capital, para colocar al banco en una posición de ventaja frente a nuestros competidores en términos de rentabilidad, eficiencia y solvencia, los principales componentes de nuestro ADN. La ampliación pretende acelerar la estrategia de desinversión en activos no rentables, y con ello potenciaremos nuestras fortalezas de negocio. Y mejorará significativamente la rentabilidad. Haremos un aumento de coberturas que nos permitirá normalizar nuestra prima de riesgo, al reducir de una forma más agresiva nuestros activos improductivos. De cara a nuetros accionistas, la ampliación nos permitirá movernos más rápido hacia una política atractiva de dividendos.

-El deudor saca partido de los tipos bajos, pero el ahorrador resulta castigado. ¿Qué puede hacer para conseguir una rentabilidad razonable sin asumir riesgos excesivos?

-En un entorno con tipos de interés al cero por ciento es muy difícil remunerar, pero siempre hay fórmulas. Y seguimos teniendo también depósitos muy rentables que tratan de premiar la vinculación del cliente.

-Se pronostican subidas de comisiones y la aparición de otras nuevas. ¿Qué está haciendo el Popular?

-A finales del año pasado iniciamos un nuevo marco de relaciones con nuestros clientes. A través de él pretendemos que aquellos que tienen una vinculación razonable con nosotros no paguen prácticamente nada en comisiones. Lo complementamos con descuentos en recibos y otros atractivos. Las expectativas que teníamos con este plan se están batiendo claramente.

-¿Cuál es la estrategia del banco ante el cambio tecnológico?

-Vamos avanzando con los tiempos, prueba de ello es que somos el banco principal en tarjetas "revolving" en España y Portugal y llevamos años contando con un banco por internet. A partir de ahí, los hábitos de los clientes serán los que marquen el futuro. Pero seguimos pensando en la importancia que tiene el asesoramiento personal y la cercanía al cliente.