Galicia, la primera región productora de leche, vuelve a intentar la articulación de operadores industriales de capital regional y con proyección nacional.
El ejemplo de Central Lechera Asturiana (Clas) y su filial industrial Capsa, fabricante de la marca de mayor venta en España, ha sido reiteradamente ensayado en la comunidad vecina. Pero salvo la pervivencia de la cooperativa Feiraco, los grupos lácteos regionales o han pasado a manos externas (como la compra de Leche Celta por la portuguesa Lactogal) o han fracasado en su proyecto.
El último intento frustrado fue el de Alimentos Lacteos, de Outeiro de Rei (Lugo), promovido por varias cooperativas de ganaderos y que comercializaron las marcas Muuu y Deleite, envasadas en la antigua planta de leche Pascual en régimen de alquiler.
De la liquidación de Alimentos Lácteos y la venta de sus activos ha nacido ahora dos nuevos grupos. Uno, Leite Noso, ya ha empezado a comercializar la marca Deleite en Galicia y pretende expansionarse en una segunda fase al mercado nacional con la enseña Muuu. Con una actuará en la gama barata del mercado y con la otra competirá en precio convencional. Detrás de Leite Noso está un grupo de ganaderos y envasa sus marcas en régimen de maquila en la planta de Outeiro de Rei, adquirida por la sociedad Logística Alimentaria. Éste es el segundo proyecto novedoso. Logística Alimentaria ha comenzado a elaborar a su vez en su planta la marca Frixia, otra enseña gallega y que perteneció a Pascual.
Estos nuevos movimientos de ampliación del número de operadores se produce cuando la compañía asturiana Capsa, filial de Clas y líder nacional, dijo hace una semana que el sector transformador está abocado a un proceso de concentración.
Capsa, con dos fábricas en Galicia, donde produce la marca gallega Larsa, también mantendrá el pulso es esa comunidad. Capsa confirmó ayer en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) que invertirá 3,2 millones en su planta pontevedresa para ampliar producción. Capsa desmintió así los crecientes temores entre los trabajadores al cierre de líneas, reducciones de empleo y traslado de producción a Asturias. Capsa admite que habrá reordenación de líneas para ser más competitivos pero no recorte de empleo fijo.
