La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JOSÉ MANUEL MONTES PEÓN | Profesor de la Universidad de Oviedo y autor de un estudio sobre las empresas tractoras en Asturias

"Las principales empresas han sabido adaptarse en esta crisis"

"Tenemos en Asturias compañías medianas que contribuyen muy positivamente a crear valor"

José Manuel Montes Peón.

José Manuel Montes Peón, profesor de Administración de Empresas en la Universidad de Oviedo, es el autor de un estudio, encargado por el Instituto de Desarrollo Económico del Principado (IDEPA), para definir el perfil de las empresas regionales que son capaces de ejercer de tractoras sobre otras más pequeñas y que tienen unas altas capacidades para crear riqueza y empleo. El informe identifica a 135 compañías que tienen esta capacidad. En el estudio también han participado los profesores Beatriz Fernández Muñiz, Lorenzo Ignacio González Fernández y Camilo José Vázquez Ordás. En sus conclusiones, aseguran que las compañías "tractoras" con un tamaño medio han conseguido resistir mejor la crisis.

-¿Qué conclusiones pueden sacarse de su análisis?

-El estudio se centra en un tipo de empresas que comúnmente se califican como tractoras. El calificativo tractor hace referencia tanto al impacto sobre la economía de un territorio como a las características que explican ese impacto. Estas características tienen que ver sobre todo con su tamaño, pero también con otros aspectos como su capacidad de innovación o conocimiento de las tecnologías y los mercados. Idealmente son empresas que pueden ejercer una función de liderazgo en su sector, estimulando la competencia y también la cooperación para introducir mejoras e innovaciones.

-¿Y en qué posición está Asturias?

-El resultado principal de la investigación reside en la identificación de un conjunto de unidades empresariales, con un umbral mínimo de tamaño, que muestran una capacidad significativa de creación de valor y empleo, siendo por ello potenciales tractoras. Se trata no sólo de grandes empresas, sino también de empresas medianas, donde encontramos un número importante de ellas que contribuye muy positivamente a la creación de valor añadido y empleo, mostrando además unos buenos datos en términos de rentabilidad o situación financiera. Aproximadamente, un tercio de las empresas identificadas con potencial tractor pertenece a la industria manufacturera, pero su distribución sectorial es relativamente amplia.

-¿Qué efecto tienen este tipo de compañías sobre las más pequeñas?

-Una empresa tractora tiene impacto económico directo e indirecto sobre su entorno. Genera riqueza y empleo, lo que supone demanda para otros muchos pequeños negocios. Es demandante de productos y servicios que ofrecen otras empresas, son fuente de nuevas empresas cuando sus empleados se convierten en emprendedores y pueden ayudar a fortalecer a sus proveedores, haciéndolos más competitivos.

-¿Y para el territorio?

-Son también demandantes de servicios avanzados, de ingeniería o I+D por ejemplo, y tienen una posición clave en la cadena de transferencia de los resultados científico-tecnológicos desde la Universidad y los centros de investigación hasta su conversión final en innovaciones en productos o procesos.

-¿Cómo han vivido este tipo de compañías estos últimos años de crisis?

-En términos generales, los números indican que han sufrido la crisis, como todas, si bien el efecto se ha visto atenuado quizá por su mayor diversificación de mercados y capacidad de innovación. Estos mismos factores también suelen facilitar que su recuperación sea más rápida y significativa.

-¿Son realmente competitivas?

-Generalmente sí. Un entorno económico tan difícil pone a prueba el tejido empresarial y hace que, de alguna manera, se revelen las ventajas competitivas de estas empresas con mayor claridad, ventajas que serán diferentes en cada caso. Sus rasgos diferenciales en términos de tamaño, innovación tecnológica o internacionalización están normalmente asociados con una mayor eficiencia.

-En la encuesta que han realizado se destaca que muchas de estas empresas se quejan de dificultades para encontrar trabajadores cualificados. ¿Es un problema grave que pueda cercenar su crecimiento?

-No es un problema que les afecte exclusivamente. En mi opinión, su preocupación en este sentido no hace sino reflejar la importancia del capital humano y lo difícil que es adaptar en muy corto plazo de tiempo la oferta formativa a la profundidad y la velocidad de los cambios tecnológicos y de otro orden en una economía globalizada. Creo también que muestra su disposición a ser agentes activos en la búsqueda de soluciones.

-¿Hay más factores de riesgo?

-Los hay y con igual o incluso mayor importancia, como la presión de la competencia, la caída en la demanda o el crecimiento de los costes. La respuesta a estas amenazas se encuentra a menudo en la tecnología, la innovación y el capital humano.

-¿Cuáles son las posibilidades de crecer de este tipo de empresas?

-La intensidad y la duración de la crisis ha sido una prueba muy dura. Como dice la sabiduría popular, lo que no te mata te hace más fuerte. En cierto modo esto es lo que ha ocurrido, buena parte de estas empresas, especialmente las que compiten en los mercados internacionales, han sabido adaptarse a un entorno muy competitivo, y esa capacidad de adaptación es quizá su activo más valioso para seguir creciendo. Ese crecimiento puede además apoyarse en otras formas de cooperación empresarial sin que ello signifique necesariamente más crecimiento interno.

Compartir el artículo

stats