Caja Rural de Asturias prevé culminar este ejercicio con un resultado análogo al del año pasado (en 2015 tuvo un beneficio neto de 20,6 millones, el 5% más que en 2014), según el avance que hoy detallará su director general, Fernando Martínez, a la asamblea de la cooperativa de crédito. El beneficio neto de la caja hasta mayo es de 10 millones.

El mantenimiento previsto de los resultados se produce a pesar de un entorno más desfavorable como consecuencia del estrechamiento de márgenes por la caída de los tipos de interés.

La entidad propondrá hoy a la asamblea remunerar con 2,062 millones a sus 117.000 socios cooperativistas, que obtendrán una rentabilidad sobre el valor nominal de las participaciones del 4,2%. En torno a la mitad de este importe ya fue satisfecho en diciembre en un pago adelantado.

Otros 2,23 millones serán repartidos por la entidad en concepto de retorno cooperativo entre los 283.000 asturianos que son clientes de la caja (entre los de activo y los de pasivo) en proporción a su contribución al negocio. Del orden de 16,3 millones se destinarán a reservas obligatorias. El 10% del beneficio se destinará a la obra social.

Martínez destacará en su informe la "salud financiera de Caja Rural de Asturias", con "un balance bien provisionado, buena capitalización, óptima liquidez y mejoría en todas las cifras". La entidad tiene un nivel de capital sobre activos ponderados por riesgo del 18,68%, cuando la exigencia regulatoria (entre el 8,75 y el 12% para la generalidad del sector) es en su caso del 9,75%.

La entidad, con 112 oficinas y 401 empleos de media en 2015, descarta ajustes de capacidad y laboral (en 2015 incorporó 19 personas) y aspira a abrir más oficinas en el área central de Asturias.

La entidad votará hoy una propuesta de reforma estatutaria para enfatizar la incorporación de cooperativistas de áreas urbanas (adicional a la tradicional procedencia de zonas rurales), priorizar a los socios individuales frente a las organizaciones, empresas e instituciones, y reducir los requisitos exigidos a los socios (en lo que ya se era muy flexible) para postularse a los órganos rectores.