Arcelor-Mittal quiere adelgazar en Francia. La multinacional siderúrgica ha puesto el cartel de "se vende" a dos de sus filiales en el país galo. La transacción supondrá deshacerse del 10% de su plantilla en tierras francesas, formada por 17.200 trabajadores. La compañía justifica la operación asegurando que así mejorará su competitividad. Mientras que la familia Mittal busca compradores en el país vecino, la siderúrgica tiene previsto paralizar durante una semana la producción en el tren de carril de Gijón (entre el 28 de junio por la noche y el 4 de julio) debido a la falta de pedidos. Así se lo comunicó ayer la dirección a los sindicatos, aseguró que se aprovechará el parón para realizar reparaciones en uno de los hornos altos de Veriña, así como otras mejoras.

La plantilla del tren de carril, formada por unos 250 trabajadores, recibirá formación durante los días en los que su taller permanezca sin actividad. Hace unos meses, la multinacional ya suprimió un turno de trabajo en esta planta, que está en pleno proceso para mejorar la instalación para fabricar vías de tren de una mayor longitud y resistencia. Las que ahora fabrica miden como máximo 108 metros.

La eliminación del turno provocó entonces airadas protestas de los trabajadores y varias jornadas de paros, que finalizaron después de que la compañía amenazara con retirar algunas de las inversiones que tiene aún pendientes de realizar en el Principado si la conflictividad no aflojaba. En esta ocasión, los sindicatos han solicitado a la compañía que les dé información que justifique esta semana de parón de la actividad.

En Francia, la compañía reconoció ya a la prensa local que está buscando un comprador para su filial WireSolutions, que cuenta con 700 empleados y que produce vallas metálicas y clavos. El fondo de inversión estadounidense Oaktree es el favorito para hacerse con la sociedad, aunque la multinacional declaró que el nombre del comprador se conocerá el próximo día 7 de julio, después de un comité europeo del grupo. WireSolutions también tiene oficinas comerciales en el Reino Unido y en Alemania.

La multinacional siderúrgica ha reconocido, además, que está en conversaciones para vender una parte de otra de sus filiales galas, SoluStil. Y aseguró que tiene las negociaciones bastante avanzadas para la posible entrada de socios con una posición mayoritaria en el accionariado de esta compañía. En la puja está el grupo italiano Cellino (CLN Group), aunque Arcelor podría querer retener el 49% de la propiedad de la sociedad. De hecho, fuentes sindicales señalaron que la multinacional está dispuesta a hacerse cargo de los 50 millones de deuda que acumula en la actualidad su filial francesa. Esta compañía emplea a 669 personas en varios centros productivos de Francia y uno en Polonia y está especializada en el procesamiento de chapa (corte, doblado y pintado). Entre sus principales clientes está la industria automovilística francesa.

Mientras la multinacional busca perder peso en Francia, quiere ganarlo en Italia. La siderúrgica es una de las principales candidatas, en asociación con la familia Marcegaglia, para hacerse con la planta de Tarento, el mayor complejo siderúrgico de Europa, que tiene ocho hornos altos, cuenta con capacidad para producir 10 millones de toneladas (más del doble que lo que fabrica Arcelor en Asturias) y que llegó a tener 12.000 trabajadores en activo. Enfrente tendrá al grupo italiano Arverdi, que también prepara una oferta por este complejo industrial del sur de Italia en colaboración con la compañía turca Erdemir.