El Santander, el Sabadell, Iberdrola, Telefónica y Ferrovial son las corporaciones españolas más expuestas al 'Brexit' y se enfrentan ahora, tras el resultado de la consulta, a un periodo de incertidumbre cuyos primeros efectos ya pueden apreciarse en la Bolsa.

Las acciones del Sabadell, propietaria en Reino Unido de TSB, han iniciado la sesión de este viernes con una caída del 21%, frente al 19% del Santander, el 11% de Iberdrola, el 11% de Telefónica y el 9% de Ferrovial. IAG, el grupo en el que se integra Iberia, cae un 17%.

España está particularmente expuesta al sector financiero británico a través de Santander y Sabadell. Según los datos de Afi, se estima que Santander UK es depositario de entre el 10% y el 20% de las cuentas corrientes británicas, mientras que TSB tiene depositadas en torno al 5%. En 2015, el grupo Santander obtuvo un 30% de su beneficio neto en Reino Unido y Sabadell, por su parte, un 17,2%. En el entorno de impacto más limitado, el principal efecto sobre las entidades financieras se producirá a través de la depreciación de la libra.

Tras el resultado del 'Brexit', los analistas auscultan el posible 'shock' sobre la economía británica y el aumento en el número de impagos, lo que tendría un impacto directo en el capital de los bancos. En el medio plazo, las entidades financieras españolas deberían afrontar mayores costes regulatorios para adaptarse a un nuevo marco normativo.

A finales de mayo, la presidenta de Santander, Ana Botín, garantizó que la entidad permanecerá en el país "independientemente de lo que se decida", aunque sí reconoció que "es mejor" la permanencia en la UE, ya que "ambos serán más fuertes".

En el sector energético, Reino Unido es un país "clave" para Iberdrola desde que en abril de 2007 adquirió la compañía ScottishPower, lo que supuso la mayor operación en la historia del grupo, con un desembolso de 17.200 millones de euros. En la actualidad, Iberdrola encara una etapa de crecimiento en Gran Bretaña en el ámbito del transporte, la distribución de energía y la puesta en marcha de proyectos de energías renovables, por lo que prevé invertir 8.400 millones de euros en el país entre 2016 y 2020, fecha en la que aproximadamente el 25% de su beneficio bruto de explotación se generará en Reino Unido, según estimaciones de la compañía. "Sea cual fuere el resultado del referéndum, Iberdrola seguirá siendo una de las grandes empresas de Gran Bretaña, con activos por valor de 30.000 millones de euros e inversiones de 2.000 millones de euros al año", aseguraron fuentes de Iberdrola antes de la consulta.

Telefónica, por su parte, puede ver cómo su filial británica, O2, pierde valor ante el potencial deterioro de la economía de Reino Unido, que, según las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), podría reducir hasta un 5,5% su PIB en 2019 tras el 'Brexit' si el país no logra establecer rápidamente acuerdos comerciales similares a los que mantiene Noruega con la UE. En este sentido, la teleco ya intentó vender O2, pero Bruselas vetó la venta de la filial a Hutchison el pasado 12 de mayo, al estimar que incumplía las leyes de competencia y perjudicaba a los consumidores británicos.

Con anterioridad a la decisión de la Comisión Europea (CE), el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, indicó que ciertos intereses políticos, especialmente relacionados con el 'Brexit', podrían provocar que finalmente no saliese adelante la venta de si filial británica O2.

Ferrovial también tiene grandes intereses depositados en el país anglosajón. Concretamente, logra del Reino Unido el 26% de su facturación total, frente al 28% que obtiene en España, "por lo que puede ver mermada su cuenta de resultados en libras", comenta el analista de mercados de XTB Jaime Díez. El grupo tiene en el país varios contratos de construcción, una filial de servicios que genera el 64% del negocio total de esta división y además, es primer accionista del aeropuerto londinense de Heathrow y participa en otros tres aeródromos regionales (Aberdeen, Glasgow y Southampton).

Los turistas británicos suponen casi una cuarta parte del total de turistas que visitan España con un gasto de 14.057 millones de euros en 2015, lo que convierte a Reino Unido en el principal mercado para la industria turística española.

"El impacto del 'Brexit' sobre el turismo en el corto plazo se daría principalmente por una depreciación de la libra que redujera elpoder adquisitivo de los británicos, aunque es de esperar que el relativamente bajo nivel de precios en España amortiguase algo este efecto", indican desde la Afi. En este sentido, Diéz matiza que "si bien las preferencias no variarían de manera notable", el tiempo de la estancia, así como el gasto durante la misma "sí que sufriría caídas".

Además, aproximadamente 300.000 ciudadanos británicos tienen su residencia permanente en España, la tercera nacionalidad más numerosa, tras rumanos y marroquíes, por lo que una salida de la UE les obligaría a renegociar sus permisos de residencia y acceso a servicios sociales.